¡Cacao de bandera! Científicos peruanos usan hongos benéficos que reducen cadmio y plagas


Reducir al máximo posible la presencia de cadmio y el impacto de las plagas en el cultivo del cacao, es el mayor desafío para los productores de este superalimento amazónico de origen peruano.

Con ese propósito, el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) desarrolla un innovador proyecto biotecnológico en la región San Martín, basado en el uso de hongos benéficos que ayudan a mejorar la producción de este cultivo de bandera.

Este trabajo de investigación aplicada del IIAP es liderado por el ingeniero ambiental José Cayotopa Torres, quien estudia desde hace más de 15 años a los microorganismos benéficos para la agricultura. Antes de los hallazgos positivos en el cacao, encontró resultados promisorios en el cultivo de sacha inchi, conocido como “el maní de los incas”, gracias a la acción de hongos benéficos. 

El cacao (Theobroma cacao L.) es una especie originaria de la Amazonía. Su centro de origen se localiza en la región comprendida entre las cuencas de los ríos Caquetá, Putumayo y Napo, tributarios del río Amazonas, y comprende parte del territorio peruano.

Un estudio del Ministerio de Agricultura y Riego, elaborado en 2016, cita investigaciones científicas que señalan que el centro primario de la diversidad del cacao se encontraría en la región nororiental del Perú.

Sin embargo, la existencia de poblaciones silvestres y nativas dispersas en la región central y sur de la Amazonía alta, apoyaría la hipótesis de que el lugar de origen incluiría la región centro y suroriental del Perú, en las cuencas de los ríos Huallaga, Ucayali y Urubamba.

Entre los beneficios del consumo de cacao, un superalimento gracias a sus propiedades nutricionales, destacan la mejora del estado de ánimo, la estimulación de los sistemas nervioso y digestivo, su contribución a la buena salud cardiovascular y de la piel, entre otros.

Según el Ministerio de Agricultura y Riego, el cacao se cultiva en 16 de los 24 departamentos del Perú, en los que más de 100,000 familias se dedican a su producción que genera 11 millones de jornales por año. 


Las principales zonas de producción se ubican en los departamentos de San Martín, Junín, Ucayali, Cusco, Huánuco, Amazonas y Ayacucho, que representan el 93 % del total de la producción nacional.

Proyecto del IIAP

El investigador José Cayotopa refirió que el IIAP desarrolla desde hace más de cinco años, gracias a un convenio con el Gobierno Regional de San Martín, un proyecto para potenciar la producción de cacao y sacha inchi con el uso de hongos benéficos. Para ello, se seleccionó cepas de Trichoderma, un microorganismo que posee propiedades benéficas para diversos cultivos agrícolas.

Explicó que ello se debe a que este tipo de hongo es antagonista con capacidad preventiva y de control biológico de diversos hongos patógenos, como la Monilia, que provoca importantes pérdidas en los cultivos de cacao.

“Cuando el cultivo no está muy bien manejado, se generan pérdidas por encima del 50 %, por lo que constituye un problema muy serio para los productores de cacao”, afirmó el investigador en diálogo con la  Agencia de Noticias Andina.

Indicó que otra de las características positivas del Trichoderma es su acción estimulante del crecimiento y desarrollo vegetativo de las plantas, dado que coloniza las raíces y se introduce en los tejidos para generar hormonas que fortalecen su estructura y fomentan el buen desarrollo del cultivo.

Hongo anticadmio

Pero, sin duda, uno de los mayores beneficios identificados en el accionar de las cepas seleccionadas de este hongo es su capacidad para remover el cadmio, un metal pesado y nocivo para el consumo humano. 

“El cadmio es un metal pesado que está en el suelo y que se puede incorporar a través de prácticas que no son favorables como el uso de algunos fertilizantes que tienen como aliado al cadmio”, afirmó.

Desde enero de 2019 está vigente una norma de la Unión Europea sobre el cacao que exige verificar si los productos a base de este cultivo exportados a los países de ese bloque económico están libres de cadmio.


Si bien el cadmio no afecta directamente a la planta, el problema radica cuando el consumidor de chocolate ingiere este producto a base del fruto del cacao que puede tener altas concentraciones de cadmio, metal que afecta al organismo humano y puede causar cáncer. 

La legislación peruana, normada por el Ministerio del Ambiente, establece como límite una concentración de cadmio de 1.46 partes por millón (ppm). “El promedio en la región San Martín es de 0.3 ppm, muy por debajo del límite establecido en la norma, pero cuando se hace un muestreo de las almendras del cacao, al parecer estas concentran el cadmio”, comentó. 

Cayotopa Torres aseveró que, por esa razón es que el IIAP trabaja con estrategias biológicas que involucra a las cepas seleccionadas de Trichoderma, las cuales fueron sometidas a contaminación por cadmio con altas concentraciones que llegaron hasta los 250 ppm, a fin de medir su comportamiento.

Para determinar el impacto positivo de estas cepas de Trichoderma nativas de los cultivos de cacao se hicieron estudios y análisis en el Laboratorio de Fitopatología implementado por el IIAP en la ciudad de Tarapoto con el financiamiento del Gobierno Regional de San Martín. Luego se practicaron pruebas en vivero y, finalmente, se ejecutaron ensayos en los campos de cultivo de cacao para validar la acción del hongo benéfico. 

“Hemos encontrado tres cepas de Trichoderma que en el ámbito del laboratorio remueven el cadmio por encima del 65 %. Con esos resultados, probamos en vivero con plantas de cacao a las que se aplicó el hongo benéfico y fueron sometidas a contaminación por cadmio. El resultado fue que registraron muy baja absorción de este metal. También hemos aplicado con éxito hongos benéficos a otros cultivos como café, sacha inchi y arroz”, dijo. 


Impacto económico

El éxito en el uso del hongo benéfico Trichoderma postulado por el proyecto del IIAP radica, especialmente, en la reducción significativa de costos en el manejo de los cultivos, lo que impacta positivamente en la economía local y regional. 

“La idea es que los productores, con esta tendencia de producir alimentos cada vez más saludables y orgánicos, incorpore los hongos benéficos y biocontroladores dentro de sus procesos de producción”, anotó. 

Sostuvo que si bien existen en el mercado muchos protocolos que ayudan a reducir el cadmio en el terreno de cultivo, pero tienen un costo elevado. “Este proyecto ofrece una alternativa más económica a los productores de cacao de la región San Martín y puede replicarse en todas las regiones productoras de cacao del país”, subrayó.

Aunque la pandemia del covid-19 obligó a una suspensión de tres meses en el monitoreo para validar el protocolo en los campos de cultivo, Cayotopa indicó que el trabajo ya se retomó como parte de la reprogramación de actividades y continuará hasta fin de año. En el 2021 se publicarán los resultados finales del proyecto, dijo finalmente.

Fuente: Agencia Andina

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