Por Valery Díaz Vasquez, envíada especial
La magia del Carnaval se hizo presente una vez más en las calles de Cajamarca con el vibrante «Concurso de Patrullas y Comparsas», un espectáculo lleno de color, música y tradición que cautivó a los presentes y que ni la lluvia pudo parar.
Este inició a las 10 de la mañana y terminó a las 6 de la tarde. El clima en verano sobre todo en Cajamarca están acompañadas de lluvias que previamente anuncia su llegada con el gris de las nubes, y esta se hizo presente en este concurso, otorgándole el toque festivo que se necesitaba. Nada los parecía parar.
La concentración se realizó en la Plazuela Victor Raul, pero inicio en el estadio San Ramón caminan por la calle Amalia Puga hasta pasar por la plaza de armas, para llegar finalmente al grifo aurorita que es la última calle donde termina el recorrido, donde las patrullas de los 26 barrios de Cajamarca mostraron lo mejor de su arte y creatividad.
Las Bambas saluda al distrito de Challhuahuacho por su 30 aniversario
Las Bambas: concurso “Warmachakunaq Takiynin” llegó a su final
Se trata de un concurso en donde se evalúa al mejor disfraz al mejor, y que te atrapa desde el primer momento por sus imponentes y divertidas propuestas llenas de danzas y coplas.
Los jurados califican originalidad, danzas, coreografía, en un desplazamiento de más de 5 kilómetros de pura danza, color y tradición, en donde cada uno de los barrios se prepararon con aproximadamente medio año o un año, incluyendo amanecidas, pero esto no les importa. El amor por el carnaval es más grande que eso.
Cada patrulla a su propio estilo, escogió temáticas diferentes, rivalizaron en originalidad y destreza, mostrando lo mejor de sus bailes y coreografías, mientras el público se sumaba al jolgorio desde las aceras, contagiándose del espíritu festivo que impregnaba el ambiente.
Los trajes vibrantes, elaborados y coloridos, adornados con brillantes lentejuelas y bordados, añadían un toque de espectacularidad a la festividad, mientras que las máscaras tradicionales conferían un aura mágica y misteriosa a los participantes.
Los visitantes también tuvieron la oportunidad de degustar una amplia variedad de platos típicos y delicias gastronómicas en los puestos callejeros que se habían instalado para la ocasión. Desde anticuchos, choclo, cuy con picante de papa, además de deliciosos postres.
Un jurado calificador tuvo la difícil tarea de elegir a la mejor patrulla y al mejor disfraz del certamen, cuyo reconocimiento no solo representa un honor para los participantes, sino que también contribuye a enriquecer el legado cultural del Carnaval de Cajamarca, al ser incorporado a la colección de los trajes más destacados a lo largo de los años.
La experiencia de ser parte de este desfile resultó inolvidable para todos, nacionales e internacionales. Los barrios tradicionales de Cajamarca se unieron en un espectáculo de hermandad y celebración, demostrando una vez más la riqueza y diversidad cultural que caracteriza a esta tierra.
Pero la fiesta no se detiene con la caída del sol. Durante la noche, las principales plazas de la ciudad se convierten en epicentros de diversión, con miles de turistas y locales disfrutando de la música en vivo, los bailes y la gastronomía típica que hacen del Carnaval de Cajamarca una experiencia única e inolvidable para todos los que tienen la suerte de vivirla.
El Carnaval de Cajamarca continúa deslumbrando con su esplendor y su capacidad de unir a las personas en torno a la celebración de la vida, la alegría y la cultura.
Con cada paso de baile y cada sonrisa contagiosa, los participantes reafirmaron el espíritu festivo que hace de esta celebración una de las más memorables del calendario peruano.