El consumo de ‘tusi’ –feniletilamina psicodélica de la familia de las anfetaminas– puede generar episodios de pánico, ansiedad, depresión y alteraciones emocionales, alertó Milton Rojas, psicólogo del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro).
En una nota de advertencia sobre los peligros de las llamadas ‘drogas de moda’, Rojas explicó también que el consumo de ‘tusi’ en mezcla con la ketamina incrementa el riesgo de problemas cardiovasculares, origina cambios en la presión arterial y aumenta el ritmo cardiaco.
El 2CB –llamado comúnmente ‘tusi’, ‘nexus’ o erróneamente ‘cocaína rosa’– tiene efectos similares al MDMA o ‘éxtasis’. Esta droga sintética ha ganado popularidad en el ámbito recreativo y su consumo se incrementa en los meses de verano, por el aumento del tiempo libre entre los jóvenes.
Los informes policiales y análisis químicos coinciden en la presencia de sustancias estimulantes, depresoras y psicodélicas, como el LSD, en la estructura del ‘tusi’, detalló Cedro, por medio de una nota de prensa.
A su vez, la ketamina se encuentra en la mayoría de las muestras junto con adulterantes como la cafeína, cocaína, ‘éxtasis’ y medicamentos como el paracetamol, “incrementado los riesgos asociados”.
La composición exacta varía debido a la común adulteración en el mercado ilegal, en tanto que los efectos del consumo son impredecibles debido a la variabilidad en la composición, agregó la institución.
Tolerancia y dependencia
El psicólogo añadió que los efectos se potencian y prolongan con la combinación con otras drogas o el policonsumo, incluyendo el alcohol.
A largo plazo, los informes clínicos señalan crisis de ansiedad, desorientación, cansancio extremo, depresión y trastorno psicótico, especialmente en aquellos consumidores con predisposición. “El consumo frecuente conduce al desarrollo de tolerancia y dependencia”, precisó Cedro.
Para Rojas, el riesgo significativo de reacciones adversas asociadas al ‘tusi’ se relaciona con los efectos de la mezcla de sustancias presentes.
“Dada la limitada información científica en comparación con otras drogas, se aconseja abstenerse de su consumo, especialmente en personas con problemas de salud mental, enfermedades físicas, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y aquellos que están bajo tratamiento con medicamentos”, advirtió.