Chiclayo en los ojos del mundo: el impacto del Papa León XIV en la ciudad norteña del Perú

Un saludo de forma particular a mi querida Diócesis de Chiclayo en el Perú.” Bastaron esas palabras, pronunciadas durante el primer discurso de León XIV como papa, para que Chiclayo se elevara del anonimato internacional a convertirse en un símbolo de orgullo y efervescencia colectiva. Desde entonces, la ciudad capital del departamento de Lambayeque vive una transformación profunda, espiritual, cultural y hasta comercial.

De obispo a papa: la huella de Robert Prevost en Perú

Antes de ser León XIV, Robert Prevost ya era un nombre familiar en la costa norte del Perú. Entre 1985 y 1999, visitó varias veces el país, permaneciendo mayormente en Trujillo. No obstante, fue su regreso en 2014 para asumir como obispo de la Diócesis de Chiclayo lo que marcaría su impronta más duradera en el corazón de los peruanos.

Durante casi una década, Prevost se consolidó como una figura cercana, sencilla y profundamente comprometida con su labor pastoral. El padre Fidel Purizaca, actual director de comunicaciones de la diócesis, lo describe como un “misionero de categoría”, alguien que conocía cada parroquia, que madrugaba para llegar a las comunidades y que siempre mantuvo un perfil accesible y humano.

Milagros terrenales: oxígeno, solidaridad y esperanza

Entre los logros más recordados del entonces obispo, destaca su rol protagónico durante la crisis del COVID-19. En un contexto de escasez extrema, fue una figura clave en la gestión y obtención de plantas de oxígeno para salvar vidas en Lambayeque.

Ese tipo de gestos cimentaron su estatus como referente social y espiritual, y explican por qué su elección como sumo pontífice generó tanto júbilo en Chiclayo. Tal como lo explica el padre Fidel, “su mención de Chiclayo desde el Vaticano es un regalo tangible que ha puesto a nuestra ciudad en el mapa del mundo.”

Marketing divino y fiebre gastronómica

La reacción en Chiclayo fue inmediata y efusiva. Desde rutas papales hasta platillos con nombre de pontífice, la ciudad se volcó a celebrar a su hijo adoptivo. Algunos restaurantes han lanzado campañas promocionales con frases como “el favorito del papa”; uno de ellos incluso creó un helado con la forma de León XIV, sumándose a una fiebre culinaria que mezcla fe y sabor.

En el restaurante Trébol, aseguran que el papa solía desayunar “frito chiclayano” varias veces a la semana. Sin embargo, versiones más fidedignas, como la de Magaly Castillo —cocinera de la casa parroquial donde residía el papa— revelan que sus desayunos eran mucho más modestos: huevo “a la inglesa” durante la semana y panqueques los domingos.

El verdadero sabor del papa

Más allá de las leyendas urbanas, Magaly nos ofrece un vistazo íntimo a las preferencias gastronómicas del ahora pontífice. León XIV era un amante del cabrito con arroz, frijoles y loche, un zapallo típico de la región. También disfrutaba del arroz con pato, el lomo saltado y el ceviche de tollo, a la chiclayana y sin mariscos.

En cuanto a bebidas, su opción era siempre el agua. Solo en festividades especiales aceptaba una copa de vino, y nunca mostró interés por la chicha morada u otras bebidas típicas.

Para los dulces, su elección eran los clásicos pies de manzana y fresa. Nada ostentoso, todo en línea con su personalidad humilde.

Mucho Gusto: el Perú en un bocado

La designación de León XIV coincidió con una edición especial de la feria gastronómica Perú Mucho Gusto, organizada por PromPerú, que por primera vez llegó a Chiclayo. Más de 100 mil personas participaron en el evento que reunió sabores de las 25 regiones del país.

Desde ceviches con conchas negras hasta cuy frito, sopa teóloga, picarones y parrillas, la feria se convirtió en un festín multicultural con la figura del papa como inspiración y pretexto. La gastronomía peruana, ya reconocida a nivel mundial, encontró en la figura de León XIV una nueva narrativa que fusiona devoción, identidad y orgullo regional.

La ruta continúa: fechas y destinos

Para quienes deseen vivir esta experiencia, la feria Perú Mucho Gusto tiene nuevas fechas. Del 25 al 28 de julio se realizará en Tacna —ideal para chilenos del norte— y del 30 de octubre al 2 de noviembre en Lima, justo durante un fin de semana largo para los santiaguinos.

Según Ricardo Baraybar, de PromPerú, esta feria “es la más importante del país y la mejor forma de conocer el Perú a través de su cocina.”



Chiclayo, impulsado por el cariño de un papa que vivió entre sus calles, no solo es hoy tierra de devoción, sino también un epicentro gastronómico, turístico y cultural. León XIV no solo bendijo la ciudad con palabras; dejó una huella viva, latente y sabrosa, que invita al mundo a mirar hacia el norte del Perú con nuevos ojos… y el paladar listo.