Conoce los dos pasos para atender situaciones de crisis emocionales por el encierro.
La situación de aislamiento domiciliario decretado por el Gobierno para frenar el avance del coronavirus está resultando un reto grande para algunas personas más que otras. Por ejemplo, para aquellas que padecen una enfermedad mental que puede agravarse por el encierro, o para quienes, no teniéndola, pueden desarrollar ansiedad por las actuales condiciones de emergencia.
Para el director ejecutivo de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), Yuri Cutipé, contener la epidemia del coronavirus está resultando un desafío para las autoridades y la población, no solo a nivel físico, sino también mental, un ámbito de nuestras vidas que pocas veces es atendido como debería.
«La incertidumbre de no saber qué es lo que pasará y la sensación de que nada está bajo control son aspectos que disparan muchos cuadros de angustia», anotó.
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La exposición constante a noticias que hablan de contagios, enfermedades, virus y muerte desatan una ola de ideas catastróficas en algunas personas, quienes pueden sentir un agobio desproporcionado, al que sumarán ahora un encierro obligado.
Antes casos de este tipo, Cutipé indicó que son dos los pasos a seguir para dar un poco de sosiego a quienes sientan ansiedad durante el estado de emergencia.
Dos pasos
“Lo primero que debemos hacer es escuchar a la persona. Por lo general, su angustia tiene una razón de ser. Podría ser una preocupación específica o porque le falta algo. Eso hará que algunas personas no puedan dejar de pensar y pensar”, anotó. El error principal en estos casos, añadió, es que se le pida que razone y deje de sentir lo que siente y deje de pensar en lo que piensa.
“Para dar primeros auxilios a personas con estos cuadros, primero hay que tener la mente serena. Una vez logrado eso, hay que dejar que la persona exprese su ansiedad, rabia, cólera, su preocupación”, recomienda.
Hay que escucharla con atención, empatía, sin juzgar, sin pedirle que entienda la situación.
“Escucharla es abrir la puerta a la solución, pero hay que hacerlo de forma empática, con compromiso, poniéndose en el lugar del otro, como si a uno le estuviera pasando la misma situación. Se requiere una escucha activa, en la que la persona se siente entendida, comprendida”, señala.
El psiquiatra manifestó que escuchar únicamente a la persona no bastará para reducir su ansiedad.
“El segundo paso es ayudarle a resolver la situación que le está preocupando. Una vez que lo escuchemos atentamente vamos a ver qué es lo que necesita y solo después de eso podremos darle orientación sobre cómo obtener la ayuda que requiere, podrían ser más víveres, entre otras cosas”, indica.
Aclaró que un paso sin el otro resultará insuficiente. Tienen que darse ambas cosas.
Ideación suicida
El experto del Minsa detalló que situaciones extremas como la que estamos viviendo pueden también activar cuadros de ideaciones autodestructivas, como el suicidio.
“La ideación suicida nunca va sola, siempre va acompañada de un tema asociado, como un problema de salud mental, que es lo más común, o un problema social que es más severo, que rebasa la capacidad de la persona, su fortaleza”.
Señaló que aquellas personas que han tenido una ideación suicida por depresión o por otro desorden mental, si mantienen su tratamiento no correrán mayor problema durante los próximos días.
“Por el contrario, las personas que no lo tienen y que son la menor proporción, podrían tener una activación, una ideación autodestructiva, sobre todo las que viven solas, por eso es tan importante tener una red familiar y comunicación permanente para sentirse acompañado, ahora más que nunca”, aconsejó.
Cutipé agregó que, para todos aquellos que tienen una sensación desbordada de angustia ante las medidas implementadas para frenar el contagio por coronavirus, se comuniquen con el número 113 del Ministerio de Salud, donde se ofrece apoyo médico para combatir la infección y también apoyo psicológico para quien lo requiera.
Fuente: Andina