Cotización internacional del petróleo continuaría en caída después del 2021

Una segunda ola de contagios explicaría que los precios de la energía sigan disminuyendo, prevé el Banco Mundial.

Si bien las cotizaciones de los metales y de los productos básicos agrícolas se recuperaron de los efectos ocasionados por la pandemia del covid-19, se espera aumentos moderados en el 2021; mientras que los precios de la energía, pese a mostrar una ligera recuperación, se estabilizarán en niveles inferiores a los registrados antes de la crisis sanitaria.

De acuerdo con el informe bianual Commodity Markets Outlook del Banco Mundial (BM), los precios del petróleo cayeron drásticamente durante las primeras etapas del covid-19 y alcanzaron solo parcialmente los niveles anteriores a la pandemia, en tanto que los correspondientes a los metales registraron una disminución bastante modesta y regresaron a las cifras precrisis.  

Los precios agrícolas se afectaron ligeramente por la pandemia, pero la cantidad de personas en riesgo de padecer inseguridad alimentaria aumentó como resultado de los efectos más generales de la recesión mundial, señala en informe publicado en el Diario Oficial El Peruano. 

“El impacto del covid-19 en los productos básicos fue dispar y podría prolongarse durante largo tiempo en los mercados energéticos”, declaró el vicepresidente interino de crecimiento equitativo, finanzas e instituciones, y director del grupo de perspectivas del BM, Ayhan Kose. 

Dijo que cuando la caída de precios de los productos básicos toma poco tiempo, las medidas de estímulo pueden amortiguar su impacto.  

Sin embargo, en una coyuntura en que las cotizaciones se mantienen deprimidas durante un período prolongado, los que elaboran las políticas deben encontrar soluciones, de modo que sus economías puedan ajustarse sin sobresaltos a una nueva normalidad.  

“Debido al covid-19, la nueva normalidad para las economías emergentes y en desarrollo exportadoras de petróleo llegó antes. En el mundo del covid-19, estos países deben ser más activos en la implementación de políticas destinadas a reducir su dependencia de los ingresos derivados del petróleo”, comentó. 

Cotizaciones 

La organización multilateral proyecta que en el 2021 el barril de petróleo costará, en promedio, 44 dólares, cifra superior a los 41 previstos para ese año. Según los pronósticos, la demanda aumentará, aunque lentamente, mientras continúen vigentes las restricciones al turismo y a los viajes debido a los problemas sanitarios, y en un contexto en el que la actividad económica mundial volverá a los niveles anteriores a la pandemia recién a partir del 2022. 

De acuerdo con el BM, se espera que las restricciones a la oferta se vayan levantando en forma sostenida. Los precios de la energía en general –que también incluyen el gas natural y el carbón– se recuperarán considerablemente en el 2021, luego de registrar grandes caídas en el 2020, lo que constituye una revisión al alza respecto a las previsiones de abril.  

La aparición de una segunda ola de contagios que genere nuevas medidas de confinamientos y reduzca el consumo, así como la existencia de demoras en el desarrollo y la distribución de las vacunas, podrían llevar a que los precios de la energía disminuyan más de lo previsto. 

Recuperación  

El BM espera que en el 2021 los precios de los metales, tras su caída en el 2020, registren aumentos moderados, gracias a la paulatina recuperación de la economía mundial y al estímulo constante proveniente de China. 

Si el crecimiento mundial siguiera desacelerándose durante un período prolongado, las cotizaciones bajarían más de lo previsto.  
“Se prevé que, en el 2021, los precios agrícolas, luego de aumentar alrededor de un 3% este año, se incrementarán ligeramente como consecuencia del déficit en la producción de aceite comestible. Las preocupaciones relacionadas con la inseguridad alimentaria siguen siendo considerables en varias economías emergentes y de mercados emergentes”, precisa. 

Esas preocupaciones están motivadas por los impactos de la recesión mundial en los ingresos, las dificultades en la disponibilidad de alimentos a nivel local y las restricciones aduaneras que han restringido la oferta de trabajo.  

Adicionalmente, la inflación de los precios de los alimentos se ha acelerado de manera significativa en varios países. 

Origen de las variaciones 

La pandemia es apenas la última de una serie de impactos que sufrió el mercado de productos básicos. En uno de los artículos destacados del informe bianual Commodity Markets Outlook se analiza la naturaleza de estas conmociones en el caso de 27 insumos durante el período 1970-2019. 

El BM concluye que los efectos sumamente persistentes (permanentes) y de poca duración (transitorias) contribuyeron aproximadamente en igual medida a la variación del precio de los productos básicos, aunque se observa una gran variedad entre esos bienes.  

Las asonadas permanentes representan la mayor parte de la variabilidad en el precio de los commodities agrícolas, en tanto que los golpes transitorios tienen mayor incidencia en el precio de las materias primas industriales. La distinta duración de tales conmociones pone de relieve la necesidad de contar con políticas flexibles. 

Estímulo fiscal 

El BM opina que una alteración transitoria del precio de los productos básicos puede requerir la adopción de políticas de estímulo fiscal para moderar el consumo.  

Se recomienda que, durante las etapas de auge, los países que dependen de las exportaciones de commodities sometidos a oscilaciones de precios cíclicas generen mecanismos de amortiguación fiscal y los utilicen durante los períodos de depresión económica para respaldar la actividad económica. 

En los países que dependen en gran medida de materias primas sujetas a conmociones permanentes, puede ser necesario adoptar políticas estructurales, como la diversificación y ampliación de la base tributaria, para facilitar los ajustes al nuevo entorno económico.

Fuente: Agencia Andina

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