Día de la Mujer: Conoce las historias ejemplares de dos lideresas indígenas emprendedoras

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una fecha que conmemora el aporte de la mujer en nuestra sociedad, esta vez nos sumergimos en relatos como los de Lubina Cruz y Delly Neyra, cuyas vidas reflejan la inquebrantable determinación y resiliencia.

Estas dos visionarias indígenas encarnan la esencia misma de la fuerza femenina, imprescindible para el progreso sostenible en el ámbito agrícola. En estos párrafos, desvelamos sus narrativas, ejemplares testimonios de coraje y lucha inspiradora.

Lubina Cruz, agricultora de palmito

En una remota comunidad de la selva peruana, emerge la figura de Lubina Cruz, cuyo relato se entreteje con los misterios del pijuayo y la fortaleza de la mujer amazónica.

En sus palabras resonaba la fuerza de quien ha desafiado las adversidades como madre soltera, cultivando no sólo el pijuayo, sino un futuro prometedor para su familia. «Yo he sacado sola adelante a mis dos hijos gracias al pijuayo, ellos son profesionales y han estudiado, ahorita solo me encargo de mi nieta, ella me acompaña siempre», confiesa Lubina, destacando su papel crucial como sostén de hogar.

A través del cultivo del pijuayo, Lubina ha forjado un legado que trasciende generaciones, transmitiendo su sabiduría a su pequeña nieta. «Juntas hemos asistido a la escuela de campo y también ha aprendido, cuando puedo yo también le enseño lo que hay que saber sobre la chacra», revela con orgullo, subrayando la importancia de preservar las tradiciones ancestrales.

El protagonismo de Lubina se intensifica con la intervención de PERÚ-Hub,una iniciativa de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha catalizado su crecimiento y le ha brindado herramientas para optimizar su producción. «Ahora tengo mejores tallos y mi producción también se me ha elevado», confiesa con gratitud, evidenciando el impacto transformador de la cooperación.

En el discurso de Lubina, resonarían las reflexiones sobre el valor del trabajo en la tierra y la importancia de la constancia y el aprendizaje continuo. «Tengo un buen rendimiento, una buena producción y eso me genera buena economía, realmente esta intervención me ha ayudado a incrementar el precio de las ventas de mi cultivo, lo que también me ayuda a seguir saliendo adelante sola», afirma con determinación, revelando su filosofía arraigada en el esfuerzo y la perseverancia.

“Yo tambien he tratado de asistir a las clases, capacitaciones que nos dan para poder aprovechar todo lo que puedo, mi nieta también me ayuda en lo que puede, ella también tiene que aprender para que el negocio pueda manejarlo ella más adelante”, añadió resaltando la necesidad de presencia femenina en el negocio.

Lubina Cruz se erige como un canto a la resiliencia de la mujer amazónica, cuya laboriosa labor en la agricultura trasciende fronteras y despierta admiración de las personas de su zona y de sus familiares, ella es quien inspira a las mujeres de su hogar a continuar trabajando, y lo hace con el ejemplo. «Llevar a mi nieta a estos lugares es para que ella también se pueda dedicar a esto en un futuro y veo en ella las ganas de hacer, pero también quiere estudiar y la apoyo, este negocio siempre está dominado por hombres y no debe ser así, si gracias a esto yo, siendo mujer pude sacar adelante a mi familia», reflexiona, proyectando su visión hacia las generaciones venideras.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, la historia de Lubina Cruz adquiere un significado aún más profundo, pues resalta el papel crucial que las mujeres desempeñan en todos los ámbitos de la sociedad, incluso en aquellos tradicionalmente dominados por hombres. Lubina, con su fuerza y determinación, encarna la esencia de la mujer amazónica, capaz de enfrentar desafíos y trascender obstáculos para construir un futuro mejor para su familia y su comunidad.

Su historia nos recuerda que las mujeres son pilares fundamentales en el desarrollo económico y social, capaces de inspirar con su ejemplo y liderazgo. En un mundo donde persisten desigualdades de género.

Delly Neyra, agricultora de cacao

En los recónditos parajes de la selva amazónica, donde la vegetación es un manto de vida que se extiende hasta donde alcanza la vista, emerge la figura de Delly Neyra, una líder indígena cuya historia es un testimonio de valentía y resistencia en un mundo marcado por el machismo arraigado. Su vida, un relato de lucha y superación, nos transporta a un universo donde las mujeres se alzan como guardianas de sus propios destinos, desafiando las cadenas de la opresión y reclamando su lugar en el mundo.

Chocowarmis, el emprendimiento liderado por Delly Neyra y compuesto íntegramente por mujeres indígenas de la comunidad nativa de Copal Sacha, es un oasis de esperanza en medio del océano de adversidades que enfrentan a diario. En un entorno donde el machismo se cierne como una sombra amenazante sobre la vida de las mujeres, estas valientes guerreras se han unido para desafiar las normas establecidas y forjar un camino propio hacia la libertad y la independencia económica.

«Desde hace mucho tiempo, antes de empezar este negocio, en mi mente ya tenía la idea de crear una parcela de cacao, aproximadamente de 4 hectáreas, y fue hasta que mi esposo me dijo, ‘¿sabes qué, negra? ¿Qué prefieres, tu familia o tu trabajo?’ Tomé la opción de hacer agricultura y ser una negociante», relata Delly Neyra con la determinación de quien sabe que su destino está en sus propias manos.

La lucha de Delly Neyra va más allá de los campos de cacao y se extiende hasta los rincones más profundos de su comunidad. Como líder de Chocowarmis, se ha convertido en un faro de esperanza para las mujeres indígenas que, al igual que ella, sueñan con un futuro lleno de oportunidades y posibilidades. «Siempre quise aprender lo que era formar una asociación, cómo liderar, cuáles eran nuestras metas, las mujeres podemos todo, tenemos todo para hacerlo, siempre me sentí en la necesidad de crear algo por mi cuenta», explica con orgullo.

Pero el camino hacia el éxito está plagado de obstáculos y desafíos. El machismo, ese enemigo invisible que se cuela en los intersticios de la sociedad, se erige como una barrera infranqueable para las mujeres de la comunidad. «Las demás mujeres de la comunidad no estaban en condiciones, que por el temor al esposo, decían ‘no puedo, no puedo, y más excusas, pero saben qué a mi no me importó nunca eso, yo tenía que continuar con las que sí podían y creían en la idea de ser mujeres emprendedoras, luchadoras»‘, lamenta Delly Neyra, recordando las dificultades que enfrentaron al principio.

Sin embargo, su determinación y su espíritu de lucha no conocen límites. «Hay oportunidades que se nos presentan y no hay que pensarlo dos veces, debemos mejorar nuestra calidad de vida como mujeres, como madres de familia, debemos superarnos, podemos hacerlo, solo tenemos que seguir adelante y no rendirnos», afirma con convicción.

Su papel como lideresa indígena no se limita al ámbito económico, sino que trasciende hacia un empoderamiento integral de las mujeres de su comunidad. “Entre nosotras nos motivamos y nos apoyamos, nos damos fuerzas, hemos hasta llorado juntas, pero seguimos adelante”, nos confiesa.

Delly afirma que su colaboración con PERÚ-Hub ha sido un punto de inflexión en la historia de Chocowarmis. La identificación de un clon de cacao con potencial para ser considerado cacao fino de aroma ha abierto nuevas puertas para el emprendimiento, permitiéndoles mejorar la calidad de sus productos y expandir sus horizontes hacia la exportación. «Esta asociación no ha apoyado bastante, me han guiado en el mantenimiento de las parcelas y su cuidado, mejorando la calidad y la producción de mi cultivo realmente me hace muy feliz, estoy muy agradecida por los conocimientos que nos han dado», comenta Delly Neyra sobre la colaboración con PERÚ-Hub.

Pero más allá de los logros económicos, el verdadero legado de Delly Neyra radica en su capacidad para empoderar a otras mujeres. «Cuando nos reunimos, las puertas están abiertas para todas. Vamos a aprender, dejemos ya de estar a la sombra de los esposos, hagamos nuestro propio futuro, saquemos a nuestras familias adelante», proclama con determinación. Su compromiso con el empoderamiento de las mujeres de su comunidad es un testimonio de su visión de un futuro más justo e igualitario.

En este día de la mujer, rendimos homenaje a Delly Neyra y a todas las mujeres valientes que, como ella, desafían al mundo con su fuerza y determinación inquebrantables. Su historia es un recordatorio de que el verdadero poder reside en la capacidad de soñar en grande y luchar por un futuro mejor, incluso en medio de las adversidades más desafiantes.

En este espacio honramos a mujeres como Lubina Cruz y Delly Neyra, cuyas historias de lucha y superación femenina nos inspiran a seguir avanzando hacia un futuro donde la igualdad de género sea una realidad palpable en todas las esferas de nuestra sociedad. Que su legado perdure como un testimonio vivo del poder transformador de las mujeres en el Perú y el mundo.

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