El Pleno del Congreso decidió en la víspera admitir a debate la segunda moción de vacancia presidencial impulsada por la bancada de Unión por el Perú (UPP) y otros legisladores. La medida se aprobó con 60 votos a favor, 40 en contra y 18 abstenciones.
Según economistas, estos constantes pedidos de vacancia presidencial, más aún cuando se proponen a nueve meses de un cambio de gobierno y con elecciones generales ya convocadas, pueden afectar expectativas empresariales y con ello la recuperación de la inversión privada.
Para el gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera, el clima de confrontación política no ayuda a sostener la recuperación económica del país.
“Vivimos una pandemia que nos trae la crisis económica más dramática de los últimos 100 años y entramos a un periodo de incertidumbre política por las elecciones presidenciales de abril; entonces tenemos un contexto suficientemente incierto como para agregarle nuevas tensiones políticas”, manifestó a la Agencia Andina.
Señaló que si bien el pedido de vacancia presidencial es legítimo, porque está dentro de las facultades del Parlamento y puede plantearlo en cualquier momento, este no ayuda a darle predictibilidad al sistema económico peruano.
“Yo iría un poco más allá y diría que no solo los pedidos de vacancia presidencial nos generan un problema para la predictibilidad, también lo hacen las normas que se están impulsando y aprobando”, anotó.
Macera se refirió a un nuevo retiro de los fondos previsionales privados, además de una ley que permite una entrega de recursos a los pensionistas de la Oficina de Normalización Previsional (ONP), la misma que representa una iniciativa de gasto.
“A veces esta legislación impulsiva puede tener consecuencias negativas, lo cual tiene implicancias en las decisiones que pueden tomar inversionistas extranjeros y locales”, subrayó.
Incertidumbre
A su turno, el economista y docente de la Universidad del Pacífico, Jorge González Izquierdo, sostuvo que este nuevo pedido de vacancia resulta innecesario y no es tomado bien por los agentes económicos.
“Considero que estar pidiendo vacancias presidenciales, e incluso cambio de ministros, faltando menos de nueve meses para el cambio de gobierno, no es lo adecuado”, enfatizó a la Agencia Andina.
Afirmó que este nuevo pedido crea mayor incertidumbre política de la que ya existe, lo cual afecta las expectativas empresariales. “Si bien estos pedidos no afectan el riesgo país, crea incertidumbre innecesaria”, sentenció.
Fuente: Agencia Andina