Pese a estar en otoño, las bajas temperaturas ya se sienten en Lima y provincias, generando resfríos y catarros a causa del virus de la influenza, una infección que puede ser combatida con una vacuna que se debe aplicar anualmente y que está priorizada entre la población mayor de 80 años, así como en menores de 1 a 5 años de edad.
Ante el avance progresivo de la vacunación contra el covid-19 en el Perú, consultamos a la directora de Inmunizaciones del Ministerio de Salud (Minsa), Gabriela Jiménez, acerca de las contraindicaciones que podrían surgir entre los que quieren vacunarse contra la influenza, pero que ya recibieron su primera o segunda dosis de protección frente al nuevo coronavirus.
Afirmó que no existe ninguna razón para dejar de vacunarse contra la influenza, se tenga o no la vacuna contra el covid-19.
“La única indicación que se tiene es esperar 15 días entre una vacuna y otra. Eso aplica para la vacuna contra la influenza y neumococo. Ante la colocación de cualquiera de las vacunas, debe existir un intervalo de dos semanas como mínimo”, detalló a la agencia Andina.
La licenciada indicó que no es necesario que las personas hayan recibido las dos dosis de vacunas contra el covid-19 para recibir la vacuna contra la influenza.
“Estamos verificando el carné de vacunación de la población y la disponibilidad de vacunas en las regiones donde hay mayor prioridad de colocar la inmunización contra la influenza, que justamente coincide con los lugares donde hay mayor frío o friaje”.
Subrayó que, en las zonas altoandinas o escenarios rurales dispersos, a los que aún no se está llegando con la vacuna contra la covid-19, existe mayor urgencia de garantizar el 100% de provisión de esta vacuna cuanto antes.
Mayores de 80 años
Jiménez manifestó que en este momento todas las capitales del país y centros de salud donde se ofrece atención al usuario existe disponibilidad de vacuna contra la influenza, “en absolutamente todos los centros”.
Pidió a la población recordar que la vacuna contra la influenza forma parte del calendario nacional regular de inmunizaciones del país, por lo cual su abastecimiento y distribución están muy organizados.
“Hablamos de un grupo de vacunas en el ámbito no covid-19 dentro de las que tenemos una población objetivo importante: son mayores de 80 años (influenza y neumococo) y los menores de 1 año (influenza)”.
Explicó que si la vacuna contra la influenza cambia cada año, dependiendo de las cepas que se proyectan, serán las más comunes o peligrosas durante el periodo de aplicación.
“En lo que se refiere a Lima Metropolitana y el Callao se aplican aproximadamente entre 20,000 a 25,000 vacunas contra la influenza a adultos mayores de 80 años cada año. Hay que repetir que siempre se está revisando la brecha de quienes no lograron vacunarse para ubicarlos prontamente”.
Debe pedirse cita
La experta invitó a la población a hacer la consulta en su centro de salud más cercano sobre la programación de actividades de inmunización correspondientes al plan regular, como parte de las prestaciones no covid-19, a fin de generar una cita para la población beneficiaria de la vacuna contra la influenza, tanto de niños como adultos mayores.
Lo mismo aconseja para las otras poblaciones que reciben vacunas de acuerdo con su edad, como, por ejemplo, las adolescentes que son inmunizadas contra el virus del papiloma humano (VPH).
“Las madres de familia saben la programación de todas las vacunas que le tocan a sus niños, año a año. Ellos tienen una programación regular de fechas, hora y lugar donde van a ser citados”.
A las familias de adultos mayores les exhortó coordinar con el personal de salud del establecimiento de salud donde mensualmente se atienden fijar una cita para que ellos reciban la vacuna contra la influenza y otras vacunas que les correspondan.
“Recuerden que en el adulto mayor siempre tenemos disponibilidad de vacunas contra el neumococo y la influenza, es importante hacer las consultas del caso para ser atendidos eficientemente cerca de su domicilio”.
Finalmente manifestó que toda vacuna puede tener posibles efectos adversos, razón por la que el Ministerio de Salud tiene un sistema de vigilancia de eventos que son siempre monitoreados.
“Después de la administración de la vacuna se puede esperar alguna fiebre o malestar, dolor en la zona de la inyección o reacciones anafilácticas que están debidamente documentadas, las mismas que no se han registrado en los últimos años”, agregó.