Los países europeos preparan el calendario y los criterios para iniciar el proceso de vacunación masiva contra la covid-19 que, para muchos expertos, puede suponer el principio del final de esta pandemia que asola desde hace meses el continente.
Aunque enero parece el mes en el que la mayoría de los países dispondrán de viales de algún antídoto contra el coronavirus, el Reino Unido será el primero de Occidente en tratar de inmunizar a su población con la vacuna elaborada por Pfizer-BioNTech y lo hará a partir de esta semana.
Precisamente, el Reino Unido junto a Italia, Francia, España, la República Checa, Alemania o Bélgica, están entren los más golpeados por la covid-19 que, a día de hoy, ha causado más de 1,5 millones de muertes en todo el mundo y 67 millones de contagios, según la universidad Johns Hopkins.
Todos deberán además vencer los retos logísticos que supone el traslado y administración de las vacunas desde los centros de fabricación.
El principio del final
Bélgica ha anunciado que estará preparada para iniciar la campaña de vacunación el 5 de enero, voluntaria y gratuitamente, y planea inmunizar primero a los trabajadores del sector de la salud y los cuidados, como personal de residencias de ancianos, seguidos de los mayores de 65 años, en tramos de edad y empezando por los más mayores.
Su vecino, Países Bajos, espera iniciar el proceso la semana del 4 de enero «en el escenario más favorable», aunque varias organizaciones sanitarias locales consideran «prematuro» ese calendario. En el primer trimestre deberían estar vacunados 1,6 millones de neerlandeses de los grupos más vulnerables.
Francia, que ha sufrido una fuerte segunda ola de la pandemia, tiene derecho al 15 % de las compras de vacunas llevadas a cabo de forma conjunta por la Unión Europea; contará con 200 millones de dosis, con lo que podrá vacunar a 100 millones de personas, una cifra superior a los 67 millones de franceses censados.
El Gobierno, como la mayoría de los europeos, garantiza que la vacuna será gratuita y calcula que la campaña de vacunación, que comenzará a finales de este mes, costará 1.500 millones de euros.
En Portugal, la primera fase afectará en enero a 950.000 de los 10 millones de habitantes y serán mayores de 50 con patologías de elevado riesgo, usuarios y personal de residencias, sanitarios en primera línea y otros trabajadores de servicios críticos.
En España, enero es el mes elegido para iniciar el proceso contra el virus SARS-CoV-2, aunque la campaña de vacunación se desarrollará durante meses en tres fases. Será voluntaria y gratuita entre una población con un alto porcentaje de ciudadanos que, según las encuestas, parece reacio a vacunarse.
Reino Unido pionero aunque no con su vacuna
El Reino Unido prevé iniciar la campaña la próxima semana. Y paradójicamente no lo hará con la que elabora la Universidad de Oxford en el país, que aún no ha sido aprobada, sino con la fabricada por sus competidores, la estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech, que ya ha enviado los primeros lotes al país.
El Gobierno británico se ha mostrado «absolutamente seguro» de que las autoridades sanitarias tendrán la próxima semana en torno a 800.000 dosis de la vacuna, de un total de 40 millones encargadas para inmunizar en los próximos meses a unos 20 millones de personas.
Y en la cercana República de Irlanda, como el resto de la Unión Europea, las autoridades esperan el visto bueno de los reguladores comunitarios para iniciar el año con la vacunación.
El Gobierno de Dublín ha formado un grupo de trabajo que presentará el próximo 11 de diciembre un plan de vacunación, en el que detallará el calendario a seguir y el orden en que se organizarán los diferentes grupos poblacionales, empezando por los más vulnerables.
En un primer momento, en cuanto las autoridades comunitarias validen las primeras vacunas, se administrarán a los ancianos que están en residencias y al personal de riesgo de las mismas, lo que absorberá el primer millón de dosis.
Fuente: Agencia Andina