Cada 30 de mayo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Papa, una fecha que rinde homenaje a uno de los alimentos más importantes para la humanidad y, sin lugar a dudas, uno de los mayores orgullos del Perú. Esta celebración no solo pone en valor su importancia alimentaria y nutricional, sino que destaca la increíble diversidad genética y cultural que la rodea, particularmente en su país de origen: el Perú.
La papa, símbolo nacional y alimento del mundo
Originaria de los Andes, la papa es mucho más que un alimento. Es símbolo de resistencia, adaptación y creatividad. Desde tiempos preincaicos ha sido cultivada, seleccionada y mejorada por los pueblos indígenas, y hoy continúa siendo una pieza clave para la seguridad alimentaria del mundo.
El Perú posee más de 4.000 variedades de papa registradas, lo que lo convierte en el país con la mayor diversidad genética de este cultivo a nivel global. Estas variedades incluyen papas nativas y modernas (también llamadas mejoradas o híbridas), y muchas de ellas sorprenden por sus colores intensos, formas irregulares, nombres curiosos y por las historias ancestrales que las acompañan.
Además, la papa sostiene la economía de más de 700.000 familias agricultoras distribuidas en 19 regiones del país. Cultivada desde altitudes bajas hasta más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, su versatilidad es tan impresionante como su valor cultural.
Variedades nativas: un tesoro vivo
Las siguientes variedades de papa representan una pequeña pero fascinante muestra de la riqueza tuberculosa peruana. Cada una tiene un origen, una leyenda y un uso especial que refleja la relación profunda entre los pueblos andinos y la tierra.
Muru Piña Rosas
También conocida como piña rosas o puka piña, esta papa posee una piel que varía entre el rojo y el negro, con un interior de color crema. Su forma recuerda a una flor de rosa, lo que la convierte en una de las papas más vistosas. Aunque difícil de pelar por su forma irregular, su sabor es altamente apreciado. Es considerada una variedad ancestral, cultivada desde hace generaciones.
Yuraq Llumchuy Waqachi
Este curioso nombre significa “hace llorar a la nuera”. Su peculiar forma abultada hacía que, en tiempos antiguos, fuera utilizada como prueba para las mujeres que querían casarse: si podían pelarla correctamente, eran consideradas aptas. Hoy en día, esta tradición se conmemora en Junín con un concurso de pelado de papa cada 30 de mayo.
Papa Uva
Con forma de racimo y ojos profundos, esta papa negruzca con interior amarillo claro tiene una textura aguachenta. También era usada para probar la habilidad de las mujeres jóvenes. Su forma única la convierte en una variedad emblemática del folklore agrario.
Puka Wara
Puka Wara significa “pantalón rojo”. Tiene una piel color crema intenso y una pulpa morada. Es muy apreciada en el trueque campesino de productos y destaca por su textura harinosa. Sin embargo, es bastante vulnerable al gorgojo andino.
Chiqchi Wali
Su nombre hace referencia a una falda femenina, y su forma lo confirma. Con piel morada y manchas crema, es ideal para sopas y guisos. También se emplea en la elaboración de chuño y es muy apreciada por sus hojas comestibles.
Yana Mishi Maki
Esta papa, que significa “garra negra de gato”, tiene una forma digitada que recuerda a las garras felinas. Su piel es negruzca y su interior blanco con tonos violetas. Se utiliza principalmente para el autoconsumo, hervida o sancochada.
Pumapa Makin
Similar a la anterior, esta variedad evoca la garra de un puma. Su uso está muy arraigado en comunidades como Quilcas (Huancayo), donde se emplea en trueques y se considera una “papa de los abuelos”, cultivada por generaciones.
Pinchito de Mono
Llamada también Yana waqra, esta papa tiene forma de cuerno negro, con piel oscura e interior crema. Es una de las variedades más valoradas en Junín, tanto por su textura harinosa como por su resistencia.
Yana Illay
“Negro plateado” es el significado de Yana Illay. Su piel negra con reflejos y su interior violeta-blanquecino la hacen llamativa. Su uso es muy variado: sancochado, pachamanca, mazamorra y hasta chicha. Su jugo, además, se consume en ayunas como práctica medicinal preventiva contra el cáncer, según creencias locales.
Yana Shucre
Su nombre evoca una corneta o cuerno negro. Esta papa alargada y enroscada es frágil y debe manipularse con cuidado. Su valor es tanto culinario como simbólico: se utiliza en la “Fiesta de Santiago” y se ofrece como pago a los Apus o deidades andinas.
Puka Kurnish
“Cuerno rojo” es el significado de esta variedad de piel rojiza. Según la tradición, se transformaba en serpiente por las noches para asustar a otras papas, lo que motivó a los agricultores a sembrarla y almacenarla por separado. Hoy, aunque no se comercializa, sigue siendo cultivada con respeto a su leyenda.
Cóndor Kunka
El “cuello de cóndor” es una papa de piel negra y forma similar a un gusano. Su pigmento oscurece las sopas, y su sabor la convierte en candidata ideal para preparar causa morada o incluso bebidas tradicionales similares a la chicha morada.
Yula Winku
Conocida también como Corneta blanca, es una papa común de mesa. De buen rendimiento y muy utilizada en la región de Junín, también cumple una función ceremonial como ofrenda al Apu antes de sembrar.
Ankapa Sillun
Esta papa de forma curvada y piel blanca y morada recuerda a la uña del gavilán (anka). Es perfecta para la elaboración de chuño y es altamente valorada por su forma y color.
Papa Cachaco
De piel negruzca con vetas marrones y pulpa blanca con vetas violetas, esta papa recuerda al uniforme de un soldado (cachaco). Es hervida y consumida con cáscara. También tiene un uso en celebraciones y prácticas medicinales tradicionales.
Un patrimonio que debemos proteger
Las papas nativas del Perú no solo son un legado cultural invaluable, sino también una fuente de biodiversidad agrícola fundamental para enfrentar los desafíos del cambio climático. Muchas de estas variedades tienen una resistencia natural a plagas, heladas o sequías, lo cual las hace vitales para la seguridad alimentaria del futuro.
Instituciones como el Centro Internacional de la Papa (CIP), con sede en Lima, trabajan constantemente en la conservación, mejoramiento y difusión de estas variedades. Asimismo, los agricultores andinos, guardianes del conocimiento ancestral, merecen un reconocimiento especial por preservar estas joyas genéticas a lo largo de siglos.
¿Por qué celebrar el Día Internacional de la Papa?
Porque detrás de cada tubérculo hay siglos de historia, sabiduría, sabor y color. Porque es símbolo de identidad, de resiliencia y de vida. Porque es un alimento noble que puede alimentar al mundo y que nos conecta con nuestras raíces más profundas.
El Día Internacional de la Papa es la ocasión perfecta para:
- Valorar y consumir papas nativas peruanas.
- Reconocer el trabajo de los agricultores andinos.
- Proteger la biodiversidad y los saberes ancestrales.
- Difundir la cultura alimentaria peruana a nivel global.
La papa es mucho más que un ingrediente culinario: es un símbolo de orgullo nacional, un patrimonio cultural vivo y una aliada fundamental en la lucha por una alimentación más sostenible y diversa. Al celebrar el Día Internacional de la Papa, no solo rendimos homenaje a este tubérculo milenario, sino que también reafirmamos nuestro compromiso con la conservación de la diversidad biológica, la justicia alimentaria y la identidad de nuestros pueblos.
Desde los altos Andes hasta las mesas del mundo, que nunca falte una buena papa. ¡Feliz Día Internacional de la Papa!