El Gobierno le había advertido al organismo dirigido por Tedros Adhanom Ghebreyesus que un virus desconocido provocaba una neumonía atípica. La institución había asegurado que la carta nunca existió, pero Taipei la hizo pública.
De acuerdo al diario digital Infobae, el escándalo que involucra a Taiwán y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) parece no detenerse y promete nuevos capítulos que podrían derivar en consecuencias graves contra la institución internacional dirigida por Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Los Centros para el Control de Enfermedades de Taiwán (CDC, por sus siglas en inglés) se enteraron de fuentes en línea de que había habido al menos siete casos de neumonía atípica en Wuhan, China. En China, el término ‘neumonía atípica’ se usa comúnmente para referirse al SARS, una enfermedad transmitida entre humanos causada por el coronavirus”, comienza el comunicado.
Por lo tanto, el día en que se envió el correo electrónico mencionado a la OMS, el gobierno de Taiwán activó el control fronterizo mejorado y las medidas de cuarentena basadas en el supuesto de que la transmisión de persona a persona estuviera ocurriendo. Estas medidas incluyeron la detección de pasajeros en vuelos desde Wuhan antes del desembarque”, continuaba el contundente comunicado.
Finalmente, confirmaron que pudieron enviar expertos clínicos para conocer un poco más sobre este brote en el epicentro mismo de la pandemia. “A mediados de enero, los CDC de Taiwán enviaron expertos a Wuhan para comprender mejor la epidemia, las medidas de control tomadas allí y el historial de exposición de los pacientes. Con base en investigaciones preliminares, Taiwán determinó que esta forma de neumonía podría propagarse a través de la transmisión de persona a persona”.
Pero el taiwanés no es el único frente que tiene abierto la OMS. El propio Donald Trump se quejó por la respuesta tardía del organismo internacional y amenazó con dejar de apoyar financieramente si se comprobara que trabajó para ayudar a China en el ocultamiento del inicio de la pandemia sin dar un alerta temprana y contundente a la comunidad internacional.
Infobae