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Las 10 formas de conducta que pueden convertir a tus hijos en estafadores

Padres de familia no se dan cuenta de que pueden ser un mal ejemplo, afirma especialista.

El caso de Pamela Cabanillas Sánchez, más conocida como la Mommy Yankee, joven que estafó a miles de personas con la venta de entradas falsas para el concierto de Daddy Yankee, es una oportunidad para reflexionar sobre lo que puede motivar a alguien usar el engaño para obtener lucro y dinero.

La persona que estafa no lo hace de la noche a la mañana, se forma en base a conductas aprendidas o vistas en casa desde la niñez que muchas veces son reforzadas por los padres de familia sin darse cuenta. Así lo sostiene el psiquiatra Guillermo Ladd, jefe de la Dirección de Adultos y Adultos Mayores del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi.

El especialista explica a la agencia Andina, que los estafadores se gestan en casa y se consolidan por la ausencia de control de sus padres, quienes muchas veces, también, son un mal ejemplo.

“La conducta paterna que no regula ni educa las pasiones que todo niño tiene, como el egoísmo, falta de solidaridad con el otro, entre otras, abre un camino directo al desarrollo de actos indebidos, primero, en el hogar y después en la vida pública”, precisa.

Es decir, si bien la estafa se desarrolla, básicamente, en situaciones donde la autoridad negocia favores, también ocurre en el ámbito doméstico, señala.

“Existe una estafa macro, a nivel de instituciones, y una micro que se da a nivel cotidiano, en la que podemos estar sumergidos sin saberlo. Se manifiesta en nuestra forma de pensar y actuar”, advierte.

Las personas que estafan no les interesa perjudicar a otras, tienen falta de empatía, ausencia de culpa y rasgos narcisistas. Ante estas características, Ladd enumeró algunas conductas que pueden contribuir a criar hijos que más adelante se convertirán en estafadores:

1.- Mentir y pedir que otro continúe la mentira, como cuando se dice que no está en casa cuando lo buscan.

2.- Saltarse el turno de espera (la cola) o aprovecharse de las facilidades (estacionamiento, cola preferencial) que se les ofrece a personas con alguna condición especial como discapacidad, embarazo, vejez, etc.

3.- Negociar con las autoridades cuando se cometen faltas, en lugar de asumir las sanciones o consecuencias de sus actos. Coimear a la policía de tránsito, después de una infracción es un ejemplo común de ello.

4.- Buscar el apoyo de “el amigo” o “el hermano” para acceder a beneficios que no te corresponden y que otros ganan en base a méritos, como obtener puestos de trabajo, licitaciones, contrataciones, entre otros.

5.- Tener ambición sin límites, desear el mayor beneficio de todo cuanto esté a tu alcance, pasando por encima de otros.

6.- Actuar bajo el supuesto de que, si otros hacen algo indebido e ilegal, yo también puedo y debo, porque de lo contrario “soy un quedado”, “un tonto”.

7.- Alentar el abuso y prepotencia en las relaciones que se mantiene con otros. Por ejemplo, respaldar el bullying que tu hijo hace en el colegio y no corregirlo.

8.- No tener empatía o no ponerse en los zapatos de los otros, de los más débiles.

9.- Maltratar a las personas que trabajan en el hogar y ejercer abuso contra ellas. No reconocer sus derechos y dignidad.

10.- Usar lenguaje racista es una muestra más de violencia y abuso ejercida por quienes tienen inclinaciones corruptas.

Ladd recomendó a los padres de familia ser muy cuidadosos con lo que dicen y hacen delante de sus hijos, porque siempre serán modelos a seguir. Sus conductas serán copiadas y replicadas sin mayor análisis.

“Si queremos que las cosas cambien debemos empezar por casa. Si se eliminan los comportamientos que alientan la estafa, se podrían cambiar las cosas”, indicó.

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