La creciente inflación mundial en los últimos años agravó la situación de las familias que ya estaban afectadas por la pandemia del Covid-19, hecho que sumado a la coyuntura local, impactó en los costos de la canasta básica y el sueldo de los trabajadores, causando estrés financiero y laboral en los trabajadores.
Según el INEI, en el año 2022, la inflación alcanzó el 8.46%, la cifra más alta en los últimos 26 años en el país. Esto ha generado, el incremento de precios en el 72% de los productos de la canasta básica familiar, según el Midagri.
Adicional a esto, el Banco Central de Reserva del Perú señaló que, para este año, el sueldo de los peruanos presentará una pérdida en su valor en alrededor del 10%. Estas cifras evidencian que los peruanos cada vez están destinando mayor parte de su sueldo en cubrir su alimentación.
El CEO de Sodexo Beneficios e Incentivos Perú, Stéphane Michelin, refiere que para una familia de cuatro personas donde el jefe de familia tenga un sueldo mínimo de 1025 soles, destina casi el 90% a la canasta básica familiar.
“Frente a esta realidad, las empresas tienen una responsabilidad con sus colaboradores, pues es posible garantizar su seguridad alimentaria, implementando la Ley de Prestaciones Alimentarias N.° 28051 en sus compañías”, señala Michelin.
Acogerse a esta ley permite otorgar un beneficio para la alimentación, mientras las empresas ahorran hasta el 49% en sobrecostos laborales, pues no está afecto al pago de EsSalud, CTS, vacaciones, gratificaciones, etc.
Sin embargo, el beneficio no es solo para las empresas, sino también para los colaboradores, ya que asegura que el monto otorgado va específicamente para su alimentación y la de su familia.
Con ello también se genera una mayor motivación y productividad laboral, esto se traduce en un 44% más de rendimiento y un aumento en 27% del compromiso con la empresa.
Michelin refiere que según un estudio realizado por Sodexo, cinco de cada 10 trabajadores que reciben el beneficio de alimentación considera que las tarjetas para las compras de víveres los ayudan a enfrentar sus gastos.
“En ese sentido, es importante que las empresas que ya tienen implementada la ley aumenten el beneficio de alimentación para hacer frente al incremento del precio de la canasta básica familiar”, añade Michelin.
Con un beneficio de alimentación que cubra los costos actuales de la canasta básica personal y, sobre todo, familiar, las empresas pueden contribuir a la seguridad alimentaria de sus trabajadores y así mejorar su calidad de vida.