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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó este martes las informaciones que aseguran que dos periodistas y un defensor de derechos humanos fueron espiados de manera ilegal por el Ejército a través del software Pegasus, lo que ha desatado un escándalo político en el país latinoamericano.
«Nosotros no espiamos a nadie, estoy hablando con la verdad (…) No es cierto que se espíe a periodistas o a opositores», manifestó el mandatario durante su conferencia de prensa matutina de este martes, al ser consultado sobre el tema.
«No somos iguales a los [gobiernos] anteriores, no es cierto, yo hice el compromiso de que nadie iba a ser espiado, ningún opositor (…) Además de ser indebido, contrario a nuestros principios, a nuestras convicciones, nosotros que hemos sido espiados durante años, perseguidos durante años, no podríamos hacer lo mismo», manifestó.
López Obrador indicó que, contrario a lo que ha sido publicado al respecto, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) lleva a cabo «laborales de Inteligencia» y «no de espionaje, que es distinto».
«Lo que buscan nuestros adversarios pues es equipararnos con los que gobernaban anteriormente y no somos lo mismo», reiteró.
Denuncia ante la Fiscalía
El mandatario invitó a los medios que han publicado la investigación al respecto a que «si tienen pruebas que las presenten».
«Si hay algo que ustedes consideren ilegal y tienen las pruebas preséntenlas ante las autoridades competentes y nosotros también somos respetuosos de la autonomía de la Fiscalía General de la República (FGR) o del poder judicial», indicó.
Ante la FGR ya fue puesta una denuncia por parte de los presuntos afectados por el espionaje, que son un periodista del portal Animal Político, cuyo nombre no se ha revelado por seguridad; el periodista Ricardo Raphael y el defensor de derechos humanos Raymundo Ramos.
El caso salió a la luz tras ser publicado por los portales Animal Político y Aristegui Noticias, la revista Proceso y la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D). En la investigación, se refieren a documentos hackeados a la Sedena por un grupo activista autodenominado Guacamaya y al análisis forense realizado por parte de Citizen Lab, de la Universidad de Toronto.r
Según la investigación periodística, en 2019, la Sedena compró un sistema de monitoreo a la Comercializadora Antsua, representante en México de la empresa israelí NSO Group, que es dueña del software Pegasus.
De acuerdo con el análisis forense que hizo Citizen Lab a los equipos de los tres presuntos espiados, se confirmó la intervención con Pegasus cuando estas tres personas se encontraban investigando temas relacionados con violaciones a derechos humanos cometidos supuestamente por la Sedena.
Citizen Lab detalla que Ramos fue hackeado con Pegasus al menos tres veces entre agosto y septiembre de 2020; en el caso de Raphael ocurrió al menos tres veces en octubre y diciembre de 2019, y nuevamente en diciembre de 2020. Entretanto, la intervención al periodista de Animal Político habría ocurrido en junio de 2021.