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Estamos entrando en una depresión económica: Fracasan 4 martillazos sanitarios

Los primeros lugares lo ocupan España, Inglaterra e Italia, con la ventaja de que en estos países, a decir de sus científicos más renombrados en materia de salud, el virus empieza a debilitarse definitivamente y pronto se llegaría a lo que se llama “la inmunidad de rebaño”.


Perú se ubica en el sexto lugar por número de fallecidos por Covid-19 en el orbe. Además, estamos entrando en una depresión económica, dice ex ministro Baca Campodónico.

El Perú aparece en el décimo puesto de los 13 países más infectados del mundo por el coronavirus, y en el sexto lugar en cuanto a fallecidos. Un cuadro dantesco, mientras la economía se desliza hacia la depresión, sin que el Gobierno tome las medidas de urgencia que la economía necesita. En suma, no funcionaron los cuatro martillazos sanitarios ni avanza el martillazo económico.

No obstante la distorsión de cifras sobre fallecidos que se da en la escena oficial, producto principalmente de la menor cantidad de pruebas, que por lo demás son rápidas y no moleculares, el Perú ya se ubicó este 31 de mayo en el sexto lugar por número de fallecidos del grupo de los 13 primeros infectados del mundo, según el analista Fernando Klugger, tal como se puede leer en el cuadro publicado en estas páginas.

Los primeros lugares lo ocupan España, Inglaterra e Italia, con la ventaja de que en estos países, a decir de sus científicos más renombrados en materia de salud, el virus empieza a debilitarse definitivamente y pronto se llegaría a lo que se llama “la inmunidad de rebaño”.

En dicho cuadro el Perú también aparece en el puesto 10° en número de infectados, solo superado por las naciones antes citadas a las que habría que sumar los Estados Unidos.


“Lo que demuestran las estadísticas es la mala gestión del Gobierno, donde incluso se favorece a su región Moquegua, donde se ha testeado al 10% de su pequeña población, mientras en Piura el testeo apenas llega al 1.65% de pobladores, en Loreto al 1.68% y en Ucayali al 2.61%, tal como lo muestran las cifras oficiales del Minsa”, señala Klugger.

‘BAMBEAN’ CIFRAS

En efecto, entre el sábado y domingo, las cifras oficiales fueron de 46,166 nuevas muestras en total, con 8,805 nuevos positivos. Esto daba un 19.07% de infectados.

En el mismo lapso solo se hicieron 3,562 test moleculares (el 7.72%), los cuales dieron 1,023 positivos; y 42,604 serológicos (el 92.28%), de los cuales 7,782 detectaron anticuerpos. Por estas razones, estos últimos no detectan el Covid-19 en las dos primeras semanas, dando falsos negativos.

Es decir, el 28.72% de los exámenes que detectan el virus dieron positivo, y el 18.27% de los rápidos también. Con esos porcentajes, si todas las pruebas fueran moleculares, en un solo día no habría 8,805 nuevos casos, sino 9,233, si nos atenemos a la información del mismo Minsa. ¿A este incremento diario se le puede llamar meseta?, es la pregunta que se hacen los que siguen a diario el tema de la pandemia.
subregistro

El director de la consultora Vox Populi, Luis Benavente Gianella, señaló que las cifras oficiales de muertes por coronavirus no están considerando a los fallecidos por paro cardiaco u otras enfermedades a consecuencia del virus o a aquellas personas que murieron camino al hospital o dentro de sus casas.

“Según la información proporcionada por el Sistema Informático de Defunciones (Sinadef), hemos calculado que en abril y mayo se elevó a 17,141 muertos a consecuencia de la epidemia”, dijo el experto.

Según el especialista, existe un subregistro, como en todas partes del mundo, para los casos de enfermos con otras dolencias distintas del coronavirus, pero que finalmente mueren por la epidemia, esto sucede en Lima y en otras regiones.

“Muchos de los pacientes que fallecieron en los hospitales llegaron por una dolencia distinta pero se contagiaron y murieron con coronavirus y no están en el registro oficial”, recalcó en declaraciones a EXPRESO.

Benavente Gianella explicó que se ha hecho una estimación estadística de la información proporcionada por el Sinadef. “Tenemos que el promedio de muertes entre abril y mayo de 2018 es de 18,284; en abril y mayo de 2019 hay 17,970; el promedio de esos dos años, es 18,127; pero este año se registran 35,268 muertes en estos dos meses, el diferencial es 17,141, que se lo atribuimos al coronavirus”, detalló.

“Es cierto que algunos piensan que una parte de esas muertes pueda deberse a pacientes con otras enfermedades, que no encontraron atención médica en centros hospitalarios porque estos estaban atendiendo a pacientes con coronavirus en medio del colapso hospitalario. Pero debemos tener en cuenta que muchas muertes violentas por crímenes o accidentes de tránsito no ocurrieron por el toque de queda y la cuarentena obligatoria”, dijo.
Añadió también que es muy difícil que nuestro país tenga una cifra de letalidad tan baja que no llega al 3%, cuando en Brasil, Ecuador y México alcanzan el 8% al 10%, y en España y Francia es del 12 al 16%.

“Es que no pueden ser las cifras oficiales de muertes tan bajas cuando tenemos un problema grave de falta de atención médica, un sistema de salud colapsado, insalubridad en las zonas más pobres, entre otros problemas que nos afectan desde tiempo atrás”, subrayó.

De otro lado, con respecto a que habría una diferencia en las cifras de contagios que en realidad llegarían a 10 mil casos positivos, en lugar de 8,805 como reportó el Ministerio de Salud, señaló que “no me preocuparía tanto porque hay algunas variaciones; sería sospechoso que de 2 mil casos, haya una diferencia de 7 mil, de un día para otro, eso sí llamaría mucho la atención”, precisó.

EL OTRO MARTILLAZO

Si la crisis sanitaria no se ha resuelto con las recurrentes cuatro cuarentenas rígidas, por razones que no viene al caso detallar, el otro martillazo, el económico, nos dice que nos acercamos a la depresión económica. Lo afirma el exministro de Economía, Jorge Baca Campodónico.

Es un problema que se avecina debido a la falta de rapidez para atender la demanda de las miles de empresas que están a la espera del salvataje económico con el programa Reactiva Perú, que a la fecha recién ha atendido a 5 mil empresas de un universo de 200 mil.

“Una recesión económica es temporal, pero la depresión en la que estamos ingresando significa que no hay empleo y tampoco empresas, porque han cerrado, entonces baja la actividad económica y para recuperarnos van a pasar varios años”, apuntó en declaraciones a este diario.

Baca Campodónico cuestionó la lentitud del Estado ante las necesidades de las pequeñas y microempresas que no alcanzan los requisitos para beneficiarse con Reactiva Perú.

“La intención fue buena pero se quedó ahí porque la lentitud de los procesos y la suma de todos los requisitos demoran la liquidez que necesita una empresa. Se podría haber dado pase a que los interesados en un préstamo firmen una declaración jurada con cargo a ser supervisados y cada quien asumía su responsabilidad si brindaba falsa información”, señaló.

“Lamentablemente Reactiva Perú no se ha implementado en su totalidad y a pesar de que el Gobierno tuvo reflejos rápidos y anunció este programa, la burocracia se encargó de hacer que el trámite demore más de lo necesario con protocolos excesivos a los que pocos pueden acceder”, opinó.

“Por eso es que el porcentaje de empresas que se han acogido al mismo es mínimo cuando la idea es salvar la mayor cantidad posible de empresas, pues se calcula que vamos a perder más de un millón 200 mil puestos de trabajos formales”, puntualizó.

CONVULSIÓN SOCIAL

Finalmente, el experto señala que esta sensación de incertidumbre y falta de ingresos podría generar una convulsión social en los próximos meses. “¿Qué va a pasar cuando se acabe la cuarentena y la gente salga a las calles sin dinero ni trabajo?”, se interroga.

“La idea era no llegar a esa situación, pero se manejó mal el aislamiento obligatorio, los programas de salvataje económico no ayudan por la tramitología, los problemas están a la vista y hay soluciones pero el Gobierno tiene que abrir los ojos para enfrentar la situación”; remarcó.

EXPECTATIVAS FICTICIAS

Por lo que se entiende, el futuro del Perú pende en un hilo en los próximos días, si acaso se avecina la depresión y una eventual bancarrota fiscal, que nadie quisiera verla. Es muy delicado por la naturaleza de las medidas que deberá tomar el Ejecutivo.

La misma prensa oficialista ha advertido de que las medidas reactivadoras no parecen ser premisas de urgencia que parezcan ser plenamente compartidas por las autoridades del Ejecutivo y del Congreso, donde tampoco tienen conciencia de las magnitudes, ya no solo cuantitativas, sino cualitativas al momento de evaluar impactos y respuestas a la crisis. “Si el Gobierno quiere tomarse en serio la reactivación, el primer paso es comunicar honestamente la gravedad de la situación”. (El Comercio 31/05/2020, editorial).

Es más, mientras entidades como el Instituto Peruano de Economía (IPE), que calcula una contracción para el presente año en hasta 15.8%, y el BBVA Research dice que puede llegar a la reducción del 20% del PBI anual, resulta que el Informe 2020/181 del FMI señala que “el sólido marco de políticas del Perú le ha ayudado a lograr resultados macroeconómicos impresionantes y reducir vulnerabilidades”.

En la misma velocidad y complacencia con ilusionismos que huelen a adicción a la deuda externa está el último informe del Banco Mundial. ¿Qué oficina de relaciones públicas alimenta estas expectativas ficticias en tiempos de recesión?

CIFRAS Y MÁS CIFRAS

Hasta el momento, Perú reporta en cifras oficiales 170,039 casos de Covid-19, pandemia que ha ocasionado la muerte de 4,634 personas en el país, 132 más que en el anterior reporte del Minsa.

PUESTOS DESHONROSOS

A las 2.45 de la tarde de ayer el Ministerio de Salud emitió el reporte sobre el Covid-19 en Perú al 1 de junio de 2020, mostrando que albergamos 170,039 infectados, con lo que nos mantenemos en el puesto 10° a escala mundial de contagios y en el puesto quinto a escala mundial de infectados activos. Todo esto demuestra que lo que dijeron hace más de 15 días el ministro de Salud, Víctor Zamora, y el propio Presidente de la República, que habíamos llegado a la meseta, no se ajusta a la verdad.

Fuente: Diario Expreso | POR: PLINIO ESQUINARILA/ ISABEL ZAMORA

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