Mantenernos en buena forma es un problema frecuente, sobre todo en una coyuntura de pandemia e inactividad, y las cifras de peruanos con sobrepeso u obesidad lo confirman al registrar que casi el 70 % de adultos padece de exceso de peso.
Ya tenemos más de un año en esta situación y muchas personas se han animado a iniciar un entrenamiento para lograr mejorar su estado físico con el fin de tener un estilo de vida más saludable; sin embargo, es importante recordar que el ejercicio no sirve de mucho sin una adecuada nutrición.
Los requerimientos nutricionales de una persona que se ejercita son diferentes debido al involucramiento muscular. Por ello se necesita un mayor aporte de macronutrientes que van de acuerdo con el objetivo trazado, ya sea para aumentar masa muscular o reducir el nivel de grasa.
En ese sentido, el licenciado Miguel Carrillo, docente de Nutrición del instituto Daniel Alcides Carrión, nos recomienda siete alimentos que todas las personas que empiezan a ejercitarse deben incluir en su dieta:
Pechuga de pollo: es un alimento bajo en grasa y rico en proteína.
Pescado: posee un aporte proteínico alto y además es rico en grasas saludables como omega 3 y 6.
Huevo: Es un alimento económico de fácil asimilación, rico en proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Es conocido como la “bomba nutritiva”.
Avena: es rica en hidratos de carbono de bajo índice glucémico; es decir, que tarda en digerirse, por lo que no aumenta los niveles de glucosa en sangre. Es rico en fibra y entre todos los cereales es el que tiene mayor contenido proteínico y de minerales.
Lácteos: el queso, la leche y el yogur brindan un gran aporte de proteínas de fácil digestión, así como también de vitaminas y minerales.
Menestras: nos proveen de un gran contenido de fibra y proteínas, pero sobre todo destaca por su contenido de rafinosa y estaquiosa (hidratos de carbono de lenta absorción), que son los encargados de quitarnos la sensación de apetito y previenen la obesidad y el sobrepeso.
Frutos secos: tienen un alto poder saciante gracias a su contenido de proteínas, fibra y grasa.
Además, el especialista del instituto Carrión recomienda que antes del entrenamiento, para generar energía y recuperar lo perdido, se consuman alimentos altamente proteínicos e hidratos de carbono de fácil digestión como leche, queso, yogur, pescado, camote y pastas.
“Después de entrenar es bueno complementar con el aporte de alimentos de fácil absorción como plátano maduro (bajo en almidón y alto en azúcares), naranja, claras de huevo y lácteos”, agrega.
En el ámbito deportivo, la clave está en la moderación de la cantidad que se consume, la inclusión de diferentes grupos de alimentos y, en especial, los hábitos alimentarios del deportista.
También es importante indicar que no es necesario consumir suplementos alimenticios si se está empezando a entrenar, porque al iniciar con los buenos hábitos ya tendremos óptimos resultados.
Fuente: Agencia Andina