Especialistas de psiquiatría de niños y adolescentes del Hospital Guillermo Almenara de EsSalud han detectado con preocupación que 3 de cada 10 niños que acuden a la consulta con sus padres evidencian signos de uso problemático del internet y conductas relacionadas al trastorno de adicción a los videojuegos.
Esto se debería a la vulnerabilidad de su edad, el mayor acceso a los aparatos electrónicos, la permanencia en el hogar por el confinamiento y los cambios de vida que representó la pandemia al reemplazar actividades recreativas que involucran el esfuerzo físico por actividad virtual, dijo el psiquiatra de niños y adolescentes del citado hospital Juan Carlos Ocampo.
El especialista explicó que la conducta adictiva a los videojuegos es un trastorno caracterizado por un deseo irreprimible por los juegos electrónicos. Al ocupar gran parte del tiempo del niño y adolescente genera consecuencias negativas para el paciente, su familia y entorno escolar.
“En el contexto de la pandemia del covid-19 han cambiado nuestras formas de convivencia y nuestros niños y adolescentes no escapan a esto. Han tenido que permanecer en sus casas y cumplir sus labores escolares a través de una pantalla portátil, conectándose con todos virtualmente, con el colegio o con sus amigos. Esto ha generado que conductas relacionadas a los trastornos adictivos a los videojuegos se hayan incrementado en un 100%”, indicó.
Cada vez más pequeños
El especialista alertó que este problema se está presentando en etapas cada vez más tempranas, como en niños de 3, 4 o 5 años y en población adolescente. “El tema de la virtualidad, si bien nos acerca a la educación a la casa, podría ocasionar predisposición a la adicción de videojuegos si no es supervisada y se abusa de ella”.
Este tipo de conductas adictivas pueden presentarse en diferentes entornos, afirmó Ocampo. Si se tiene una familia disfuncional, en la que no hay comunicación, los videojuegos se convierten en la válvula de escape de esos niños.
“Si los padres no dedican tiempo a la supervisión de sus hijos, o quizá, en caso más complejos, el niño o adolescente experimenta algún trastorno psiquiátrico infantil como la depresión, trastorno de déficit de atención e hiperactividad o cuadros de ansiedad, se dará una condición de mayor vulnerabilidad para que ese menor encuentre en los juegos de internet una forma de escapar de esa realidad que le genera tanto dolor”.
Recomendaciones
Ocampo aconsejó que, en el marco de la pandemia, los padres estén muy atentos a los síntomas que pueden experimentar sus hijos, por ejemplo, el aislamiento social. “Los niños con adicción a los videojuegos pueden alejarse del mundo real, recluirse en la virtualidad jugando repetidamente por largas horas del día. El aislamiento social puede repercutir en el rendimiento académico”.
Otra manera de reconocer el problema ocurre cuando hay un cambio de carácter: los chicos pueden volverse irritables, molestos y, si se les suspende el acceso a los videojuegos, pueden haber confrontación con los padres de familia.
El presidente ejecutivo de EsSalud, Mario Carhuapoma Yance, destacó la importancia de la atención de la salud mental de la población, una prioridad en esta nueva gestión, dijo. Por eso, recordó que un niño necesita divertirse, pero, si solo le ofrecemos un celular y videojuegos, los privamos de otras actividades recreativas como la lectura, el deporte, el compartir en familia, o salir de paseo, etc.