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Café peruano camino a mejorar sus rendimientos generando más beneficios

Se reporta una mayor cantidad de producción por unidad de superficie cultivada

Por William Rios Rosales

Los bajos niveles de producción por hectárea que a escala nacional bordean en promedio los 772 kilos por hectárea de café pergamino, son uno de los factores de mayor preocupación en materia de política agraria, de acuerdo con el Plan Nacional de Acción del Café Peruano 2018-2030.

Para el caso del café esta variable cobra aún mayor importancia al tratarse de un producto que se comercializa en el mercado de commodities, ya que la capacidad que tienen los países productores para negociar los precios de venta es prácticamente nula.

Por este motivo, las acciones orientadas a aumentar los ingresos de las familias cafetaleras deben centrarse, principalmente, en mejorar los niveles de producción y eficiencia en el manejo del cultivo.

La escasa capacidad técnica de los productores, la elevada incidencia y severidad de las plagas y la deforestación en fincas cafetaleras se identificaron como las causas directas que explican los bajos niveles de productividad y sostenibilidad ambiental de este grano.

El Perú busca mejorar el rendimiento de la producción de café como uno de los objetivos clave de los planes de acción y estrategias relacionadas con el sector, comenta al Suplemento Económika del Diario El Peruano el jefe de la Dirección de Desarrollo Agrícola y Agroecología del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), Mirbel Epiquien Rivera.

Mejores rendimientos

Al aumentar el rendimiento, se busca una mayor cantidad de café producida por unidad de superficie cultivada, lo que puede tener efectos positivos tanto en el rubro económico como en el social.

Una de las razones por las cuales se quiere mejorar el rendimiento de la producción de café es que se generarán mayores ingresos para los productores involucrados en este segmento.

“El objetivo también es dar un salto cualitativo en su transformación de la producción del café, no solo exportar el grano, sino también productos elaborados (molido, tostado, envasado). Es decir, conquistar nuevos mercados, pero con bienes industrializados”, plantea.

Beneficios

La exportación de granos crudos tiene un valor agregado limitado en comparación con los productos finales y procesados. La transformación de la industria del café puede tener beneficios significativos, tanto para los productores como para el país.

La transformación implica procesar productos con mayor valor agregado, como café tostado y molido, soluble, bebidas listas para consumir, mercancías de panadería y confitería con sabor a café, entre otros, los que suelen tener márgenes de beneficio más altos que los granos crudos.

El Midagri, junto con otros sectores, avanzan con el Plan Nacional de Acción del Café Peruano 2018-2030. Por ejemplo, el Ministerio de la Producción (Produce) trabaja en el apoyo de las cooperativas y en la transformación de este grano para darle valor agregado, comenta Epiquien.

El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) apoya las iniciativas para que los caficultores puedan llevar sus productos al extranjero. Este plan tiene cuatro componentes clave: asociatividad de productores, incremento de la competitividad, aumento de la productividad y acceso a mercados.

“Estas líneas de acción tienen en conjunto apoyos como el Programa de Compensaciones para la Competitividad (Agroideas), Fondo Agroperú, Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural (Agrorural) e Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA)”.

A propósito del Día Nacional del Café, que se conmemoró el viernes pasado, nuestro grano ha conquistado 52 mercados internacionales por su calidad y sabor, lo que permitió convertirse en uno de los principales productos de agroexportación, informó el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).

Café arábico

En los últimos años, el café arábico sin tostar se ha convertido en casi el 90% en promedio de las exportaciones tradicionales. Por el gran potencial del café peruano y el esfuerzo conjunto de los diferentes sectores de la cadena de valor, las exportaciones aumentaron significativamente en el 2022 y sumaron 1,221 millones de dólares, principalmente a los mercados de Europa y Estados Unidos.

Son ocho los mercados que representan el 80% del total exportado, ellos son Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Colombia.

En promedio, el 95% de la producción nacional cafetalera es destinada a la exportación y el resto al consumo interno. La mayor parte de la producción nacional es café convencional.

Además, gracias a los productores cafetaleros y a la calidad del grano que ha conquistado los principales mercados internacionales, el Perú ocupa el noveno lugar en producción y exportación mundial de café convencional, solo lo superan Brasil, Vietnam, Colombia, Indonesia, Etiopía, Honduras, India y México.

El Perú es en la actualidad el primer productor y exportador mundial de café orgánico, junto con Etiopía.

Para fortalecer la cadena del café en el país, el Midagri instaló la Comisión Multisectorial Permanente del Consejo Nacional Ejecutivo del Café, que guía hacia el desarrollo sostenible.

Consumo

La producción de café involucra a 223,000 familias y gracias al trabajo competitivo de los sectores público y privado se ha elevado la productividad.

Son varios los factores que han contribuido a la producción de un café de alta calidad, destacando las excelentes condiciones que presenta el país en cuanto a variedades, suelos, climas, altitud, cultivo a sombra, así como el trabajo del caficultor.

El café se produce en 16 regiones, las principales son Junín, San Martín, Cajamarca, Cusco, Amazonas, Huánuco y Pasco. A escala nacional se cultivan 427,000 hectáreas.

El consumo per cápita anual de café en el Perú llega a los 950 gramos y cuyo volumen es bajo comparado a países vecinos. Colombia llega a los 2.5 kilos y Brasil a los 6 kilos por persona.

La meta es incrementar el consumo por persona a 1.4 kilos de café al 2025.

El gerente general de Central Café & Cacao, Geni Fundes Buleje, sostiene que los peruanos consumimos aproximadamente 20,430 toneladas de café al año, de las cuales el 53% (10,777 toneladas) son importadas, en su mayoría solubles o instantáneas.

El restante 45% (9.170 toneladas) está compuesto por cafés de segunda, descartes de baja calidad y/o mezclados con azúcar. Solo el 2% del café que se vende en el país son especiales (como se denomina a los productos de calidad, que tienen de 80 puntos a más en catas), detalla.

La suma total de las ventas de todo el café que se consume en el país supera los 1,200 millones de soles, pero estos ingresos no benefician al productor, ya que se trata de venta de cafés importados, por lo que los caficultores peruanos dependen del mercado internacional, cuyos precios se encuentran por debajo del costo de producción, comenta.

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