Por Karina Garay
En medio de gran expectativa, el Ministerio de Educación programó el retorno gradual y progresivo a clases semipresenciales de dos instituciones educativas de Lima, las cuales superaron rigurosos requisitos de bioseguridad y aplican un detallado protocolo anticovid.
Este logro, en coordinación con la Dirección Regional de Educación (DRE) de Lima Metropolitana, fue posible en el centro educativo privado Cambrigde College y en el centro educativo público inicial Elizabeth Espejo de Marroquín, a los que se sumarán, en las próximas semanas otras tres instituciones públicas, seis privadas y una institución pública por convenio.
Aunque para muchos padres de familia el retorno a las escuelas puede parecer aún apresurado, se trata de un proceso que ya empezó en diversos países, incluso desde el año pasado.
De acuerdo con las cifras del monitoreo global de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), a noviembre del 2020 un total de 121 países habían abierto sus colegios totalmente, 57 parcialmente, 31 mantenían cerrados sus sistemas educativos y un país presentaba un cierre estacional.
La Unesco advertía además que quizá nunca se recuperen las diversas pérdidas sufridas por los niños y jóvenes que no fueron a la escuela. “La pérdida de aprendizaje, la angustia mental, la exposición a la violencia y los abusos (en casa) o el menor desarrollo de las habilidades sociales (…) las consecuencias para los niños se dejarán sentir en su rendimiento académico y su compromiso social, así como en su salud física y mental, con un impacto mayor en niños y adolescentes con menores recursos”.
Hugo Reynaga, director general de Educación Básica Alternativa, Intercultural Bilingüe y de Servicios Educativos en el Ámbito Rural (Digeibira) del Minedu, manifestó que la experiencia de retorno a las escuelas en países vecinos, como Ecuador, Chile, Uruguay, Brasil, y también en Perú, está caracterizada por el cumplimiento de estrictos protocolos de bioseguridad, lo cual convierte a las escuelas en espacios seguros.
“Desde el 19 de abril, cuando se inició en proceso de reapertura a la semipresencialidad en el país, no hemos tenido casos de contagios en las instituciones educativas”, comentó a la agencia Andina .
En 22 regiones del país
Al 15 de setiembre de este año, 6,589 servicios educativos brindan el servicio educativo semipresencial en 22 regiones y Lima Metropolitana. Estas instituciones educativas cuentan con una población aproximada de 275,862 estudiantes y 19,503 docentes. El 97% (6,383) pertenece a zonas rurales y solo el 3% (206) a zonas urbanas.
El ministro Juan Cadillo ha reiterado que la reapertura de escuelas procede solo si es seguro, es decir, si las instituciones educativas cumplen con un conjunto de medidas sanitarias, epidemiológicas y protocolos de prevención de bioseguridad.
Además, el proceso de retorno al aula es flexible (adaptarse a las características, necesidades y condiciones del estudiante y su contexto), es gradual (transita del servicio a distancia al presencial) y es fundamentalmente voluntaria (es una decisión de las familias y la comunidad educativa).
Protocolos: buena ventilación y limpieza
Los colegios que actualmente brindan el servicio de clases semipresenciales en el país cumplen tres condiciones: de contexto (basadas en indicadores epidemiológicos y territoriales), de bioseguridad (garantizan que el servicio educativo se brindará de forma segura) y sociales (expresan la voluntad y conformidad de la comunidad con la prestación del servicio educativo en modo semipresencial).
Las instituciones educativas aptas para el regreso a clases deben garantizar además un conjunto de condiciones de cuidado y prevención del covid-19 para todos los estudiantes, docentes y personal administrativo que participe del servicio.
Entre ellas se menciona contar con el aforo permitido, tener un uso adecuado de ambientes de su local, hacer mantenimiento, limpieza y desinfección de éste, lograr un buen manejo de residuos sólidos, organizar el mobiliario y contar con señalética adecuada para cada ambiente, así como implementar estaciones de lavado y desinfección de manos en lugares ventilados y de fácil acceso para toda la comunidad educativa.
Deberán asegurar también el cumplimiento del distanciamiento físico obligatorio de alumnos mientras reciben clases, el cual tendrá dos metros de distancia a cada lado, a partir del eje de la persona, como mínimo.
“Para garantizar el cumplimiento de estas condiciones se ha transferido a los gobiernos regionales S/ 365 millones destinados al Programa de Mantenimiento de los Locales Educativos 2021. Dichos fondos están destinados a la adquisición de kits de higiene para la limpieza de las instituciones educativas y para el lavado de manos; así como para el mantenimiento de los locales educativos”, detalló Reynaga a Andina.
Agregó que se ha transferido adicionalmente S/ 37.8 millones para la instalación de estaciones de lavado de manos en las instituciones educativas públicas y más de 70 millones para la adquisición de mascarillas, que deberán cambiarse regularmente.
A continuación, otras medidas de bioseguridad de cumplimiento obligatorio para autorizar la reapertura de un centro educativo y el posterior dictado de clases semipresenciales.
Cabe destacar que el director o quien lo reemplace será el encargado de verificar permanentemente el cumplimiento de las condiciones de contexto (epidemiológicas y territoriales) de su centro educativo.
¿Qué pasa si alguien se contagia?
En todos los casos, la prevención de futuros contagios de covid-19 será una tarea de responsabilidad compartida, donde los miembros de la comunidad educativa (apoderados de estudiantes, docentes, directivos, personal administrativo y de limpieza, entre otros) deberán monitorear continuamente la presencia de sintomatología asociada a la infección antes de asistir al local educativo.
En caso de que alguno presente señales que se asocian a un caso de coronavirus deberán abstenerse de participar en las actividades presenciales del servicio educativo.
Entre los síntomas que deben considerarse como una alerta temprana de infección se mencionan: malestar general, fiebre, dolor de cabeza, congestión nasal, diarrea, dificultad para respirar, pérdida del olfato y pérdida del gusto.
Ante un posible caso de covid-19, los centros educativos que han retornado a la presencialidad tienen un protocolo muy preciso sobre qué acciones tomar para evitar que más personas puedan infectarse y qué hacer si el caso se llega a confirmar.
En ambas situaciones el colegio tendrá la responsabilidad de informar a la comunidad educativa en su conjunto sobre estas sintomatologías a fin de identificar otros posibles casos.
Horarios, recreos y salida
Para reducir al mínimo la posibilidad de una indeseada infección por covid-19, el Ministerio de Educación ha sugerido que la asistencia de los y las estudiantes al colegio sea de al menos dos veces a la semana por grupo, con una permanencia de cuatro horas pedagógicas por día.
Para el caso de secundaria, se determinará según la disponibilidad del horario de los docentes y de cada centro educativo.
Se pide además organizar con anticipación los momentos de recreo o descanso para garantizar el cumplimiento de las medidas de bioseguridad. Para ello se deben diferenciar dichos horarios, cuidando que no se generen aglomeraciones en los distintos espacios del centro educativo, ya sean patios, salas de juego, baños, quioscos, comedores, entre otros. Hasta el momento el uso de quioscos y cafeterías se mantiene cancelado.
Los padres deberán tener en cuenta que la salida del local educativo estará organizada por aulas, con minutos de diferencia entre un aula y otra. Se formará una fila para retirarse del local, guardando siempre una distancia de 2 metros en los lugares señalizados.
Dependiendo del área de salida podrán formarse dos filas, destacando que la entrada y salida serán escalonadas para evitar aglomeraciones.
Cada estudiante podrá salir una vez que el compañero o compañera que lo precedió haya logrado salir finalmente del local educativo, guardando la distancia de 2 metros y siguiendo la señalización habilitada para este fin.
Los estudiantes que son recogidos por familiares o movilidad educativa deberán esperar dentro del colegio o del programa educativo al que pertenece hasta que sea su turno de salida.