Este domingo se celebra el Día del Pollo a la Brasa, plato emblemático de la culinaria peruana, el más consumido en todo el país y con creciente presencia internacional gracias a su delicioso sabor que conquista paladares. El secreto de su éxito radica en la sencillez de su preparación, basada en la magistral mezcla de ingredientes que componen el marinado que resalta su sabor único.
El pollo a la brasa es infaltable en el menú semanal de casi todas las familias peruanas. En costa, sierra y selva, este sabroso platillo que tiene en la popular cría del gallo y la gallina a su insumo estrella que se sirve acompañado de la no menos deliciosa papa peruana frita, ha calado tan hondo en las papilas gustativas que es casi imposible no probarlo muchas veces al año.
Ingredientes claves
Según los conocedores, para preparar un irresistible pollo a la brasa se requiere como ingredientes claves un pollo entero con piel y sin menudencia, de preferencia fresco, aunque puede optarse por un ejemplar descongelado apropiadamente.
El marinado es parte esencial de la preparación y, según los entendidos, se requiere un aderezo que contenga dos cucharadas de sal, una cucharadita de pimienta, una cucharadita de comino, una cucharadita de orégano, una cucharadita de romero, tres cucharaditas de ajo molido y cuatro cucharaditas de ají panca molido. Estas especias, cada una con un aporte especial por sus notables características organolépticas, son las encargadas de conferirle al ave el sabor original que le caracteriza.
A estas especias contenidas en un tazón se le añade una taza de cerveza negra, un cuarto de taza de aceite vegetal, dos cucharadas de vinagre blanco y la misma cantidad de sillao o salsa de soya. Esta integración de ingredientes, que se maceran durante al menos cinco horas o desde la noche anterior, da como resultado un menjunje pletórico de sabor y aroma que se potencian durante la lenta cocción del pollo por varias horas al calor de las brasas o leñas.
Cocción
Colocar el pollo en el horno durante 40 minutos. Durante este tiempo, cada diez minutos se debe retirar el pollo y bañarlo con el jugo de la cocción para evitar que la carne se seque y que la piel se rostice.
Cuando la piel del pollo adquiera el anhelado color dorado por completo y la carne quede bien cocida y jugosa, se retira la pieza del horno.
¿Cómo se sirve?
El pollo a la brasa se sirve acompañado de una porción de papas (blanca, amarilla, tumbay, Huamantanga o cualquier otra variedad) cortadas en bastón y bien fritas, aunque también pueden ser papas en rodajas doradas, así como una ración de ensalada que puede ser fresca (con lechuga, tomate y pepinillo) o cocida (zanahoria, betarraga, vainita) bañadas con un aliño que resalta el sabor de los vegetales. También se acostumbra añadir diversas cremas como mayonesa, mostaza, ketchup, ajíes diversos, entre otras que realzan mucho más el sabor de este plato oriundo del Perú.
Patrimonio Cultural y Día del Pollo a la Brasa
El pollo a la brasa -creado en 1949 por Roger Schuler, un inmigrante suizo afincado en Chaclacayo- fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2004 y seis años después se institucionalizó el Día del Pollo a la Brasa mediante Resolución Ministerial N° 0441-2010-AG, que señala que cada tercer domingo de julio se debe conmemorar el Día de Pollo a la Brasa.
El consumo de este potaje impulsa a más 13,000 pollerías en todo el país y es fuente de empleo de miles de peruanos dentro y fuera de nuestras fronteras.
Reconocimiento mundial
La irresistible seducción que provoca el pollo a la brasa en los paladares ha sido reconocida mundialmente por Taste Atlas, prestigiosa guía internacional de viajes culinarios, que coloca al plato bandera peruano en el top 10 de una selecta lista de los 50 platos elaborados con pollo mejor calificados del orbe.
El portal especializado reseña al pollo a la brasa como “un plato peruano popular que consiste en pollo crujiente y jugoso a la parrilla de carbón que tradicionalmente se sirve con papas fritas y ensaladas”.
Esta distinción al pollo a la brasa ratifica que este delicioso manjar triunfa no solo en el Perú dado que traspasó fronteras y ya es internacional, pues las franquicias de pollerías peruanas se han expandido a países como Estados Unidos, Argentina, Venezuela, Chile, Bolivia, Brasil, Canadá, Ecuador, España, Japón, China e incluso a Emiratos Árabes Unidos y Catar.