Un delicioso café, cultivado bajo sombra, con adecuados sistemas agroforestales y, sobre todo, sin necesidad de tumbar el bosque, es producido por comunidades nativas de las regiones Amazonas, Cusco, Junín, Pasco y San Martín, las cuales contribuyen a conservar 222 054 hectáreas de bosques, en conjunto, en beneficio de más de 1462 familias.
Son 15 las comunidades beneficiarias socias del Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático (Programa Bosques) del Ministerio del Ambiente (Minam), que reciben incentivos económicos para fortalecer su producción a través de la adquisición de equipos y la contratación de técnicos que los capacitan y guían en el buen aprovechamiento de dicho recurso natural.
Entre otros productos libres de deforestación, también están el cacao y el achiote; además desarrollan actividades de piscicultura, artesanía y manejo forestal comunitario.
Según la coordinadora ejecutiva del Programa Bosques, Blanca Arce, en muchos casos, la intervención de su entidad se suma o complementa el trabajo de otras instituciones aliadas, públicas o privadas, que también apoyan a las comunidades en el mejor aprovechamiento del café, como producto clave para fomentar el desarrollo sostenible en las regiones amazónicas.
Añadió que mediante los incentivos económicos y la implementación de proyectos de inversión pública (FIP Perú), seguirán impulsando el desarrollo del café sostenible, “fortaleciendo su cadena de producción, junto a comunidades y pequeños productores del bosque, como estrategia de conservación de nuestros ecosistemas y reducción de la deforestación”.
De las 15 comunidades nativas, destacan los casos de Chirumbia y Chakopishiato, en la provincia de La Convención, Cusco. Con apoyo del Programa Bosques, han creado sus propias marcas de café para una mejor comercialización en el mercado local y regional.