Recorrer el Santuario Nacional de Huayllay es como transportarse a otra dimensión dentro del Perú. En este museo geológico al aire libre la naturaleza expresa su majestuosa soberanía mediante su impresionante bosque de piedras de formas caprichosas que desafían a la imaginación, y una singular biodiversidad que se preserva en esta área natural protegida.
El Santuario Nacional de Huayllay, llamado con toda razón “maravilla del Perú”, se encuentra ubicado en el distrito de Huayllay, en la provincia y departamento de Pasco, a una altitud entre 4,100 y 4,600 metros sobre el nivel del mar.
Creado oficialmente como área natural protegida por el Estado el 7 de agosto de 1974, el Santuario Nacional de Huayllay tiene una extensión de 6,815 hectáreas. El 90% de las formaciones rocosas que se encuentra en el lugar es de origen volcánico y forman un bosque de rocas de gran belleza y singularidad.
La principal atracción es la forma de animales que tienen varias de las rocas en el lugar. Así, se encuentran figuras de animales como la cobra, el elefante, el oso, el caracol, la tortuga, la alpaca, y también humanas como el turista, entre otras.
Este conjunto de formaciones de piedra, de diverso tamaño, se encuentran en medio de la planicie más alta del país, la meseta de Bombón. La zona posee además numerosos vestigios arqueológicos, como las pinturas rupestres diseminadas en toda el área, las cuales suman más de 500 unidades y dan cuenta de una antigua relación entre el hombre y este singular ecosistema. Enriquecen el paisaje varias hermosas lagunas y fuentes de aguas termales.
El Santuario Nacional de Huayllay es uno de los mejores museos geológicos al aire libre del mundo. Por su extensión y tipo de formación es tan interesante como el Jardín de los Dioses, en los Estados Unidos o el Bosque de Piedras de Shilin, en la República Popular China. Este espectacular paraje formó parte del recorrido nacional de la antorcha de los Juegos Panamericanos Lima 2019.
En medio del bosque de piedras existe una hermosa fuente de agua termal llamada “La Calera”, con propiedades curativas, que llega a más de 60°C de temperatura y se ubica a 4,000 metros de altitud.
Fauna y flora
Las aves son el grupo que mayor número de especies presenta el Santuario, siendo las más comunes el lique-lique, la gaviota andina, el pito, el yanavico y el plomito pequeño.
Los mamíferos se encuentran representados por el cuy silvestre, el venado o taruca, la vizcacha, el zorrino, el zorro andino, la vicuña, el gato montés y varias especies de ratones.
La fauna ictiológica está representada por la chalgua y el bagre; los anfibios por varias especies de sapos, mientras que entre los reptiles solo hay una especie de lagartija del genero Liolaemus.
Por su parte, la flora está representada principalmente por pajonales, comúnmente conocidos como ichu, de importancia para la alimentación de los rumiantes y equinos. También se encuentra varias especies nocivas e invasoras como las gramíneas almohadilladas, de características punzantes.
En los ríos y lagunas se obtiene también especies acuáticas emergentes y sumergidas, con valores alimenticios para la fauna, y en las zonas húmedas y bofedales crece el pasto estrella, de donde los pobladores obtienen, como costumbre ancestral, la turba o “champa” que utilizan como combustible. La única especie arbórea en el Santuario es la queñua.
Rutas turísticas
En el Santuario Nacional de Huayllay se han establecido hasta 11 circuitos turísticos que comprenden las visitas a las formaciones rocosas más distintivas y que presentan diferentes grados de exigencia en función a la altura.
Otro punto importante para visitar son los baños termales de Yanatuto, conformados por dos pozas. Una natural en lo alto de una pendiente rocosa y la otra construida debajo, rodeada de farallones y del paisaje. Se accede a ellas por una trocha carrozable hasta el sector Siete Llaves, y luego una caminata de 15 minutos. Es posible acampar en la zona, previa coordinación con la jefatura del área.
Desde noviembre de 2020 se levantaron las restricciones de aforo en las áreas naturales protegidas, aunque siempre hay que respetar los protocolos de bioseguridad, entre ellos usar permanentemente la doble mascarilla, medición de la temperatura corporal al ingreso, desinfección del calzado e higiene de manos, y mantener el distanciamiento social mínimo durante el recorrido.
Clima
La temperatura promedio anual es de 6°C y la precipitación media anual es de 3,200 milímetros. La presencia de grandes rocas que almacenan calor genera también que existan varios microclimas.