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IGP: cómo funciona el sistema que te alerta segundos antes de un sismo

Un solo segundo de alerta puede salvar muchas vidas, precisó especialista Hernando Tavera.

Por Iván Calderón

No sabemos en qué momento un fenómeno de la naturaleza puede aparecer y causar destrucción en la población, pero cada vez, gracias al avance de la ciencia y tecnología, los científicos intentan diseñar mecanismos que ayuden a anticiparlos, por lo menos con algunos segundos antes, a fin de poder protegernos y evitar la pérdida de muchas vidas humanas.

Huracanes, maremotos, inundaciones, erupciones volcánicas y terremotos afectan periódicamente en diversas partes del planeta y el Perú no es la excepción. Al encontrarse en el Círculo de Fuego del Océano Pacífico, que concentra cerca del 85% de la actividad sísmica mundial, su territorio es más vulnerables ante los terremotos.

Frente a esta situación y gracias al esfuerzo y dedicación de los científicos y técnicos peruanos, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) ha diseñado el Sistema de Alerta Sísmica Peruano (Saspe), cuyo objetivo es monitorear la actividad sísmica que ocurre frente a la costa peruana y emitir un mensaje de alerta temprana que permita a la ciudadanía ponerse a buen recaudo y salvar sus vidas.

El presidente ejecutivo del IGP, ingeniero Hernando Tavera, dijo que con el Saspe el Perú busca anticiparse, con algunos segundos, al movimiento sísmico y dar ventaja a la población para salir de sus viviendas y ubicarse en espacios abiertos. Pero, ¿cómo funciona este Sistema de Alerta Sísmica Peruano?



Sistema alerta con segundos de anticipación para que población puede evacuar de donde se encuentra

A través del sonido de bocinas, altavoces o sirenas que se ubicarán en la costa de nuestro país, esta red de alerta temprana de sismos, diseñada íntegramente en el Perú, busca advertir a la población la presencia de un movimiento de gran magnitud. Ante esa señal, solo tendremos que evacuar rápidamente, indicó Tavera.

El IGP espera terminar de instalar este año los 106 sensores a lo largo de la zona costera del Perú (desde Tumbes hasta Tacna), lo más cercano de donde ocurren los eventos sísmicos. Tavera señala que falta colocar el 55% de sensores porque aún se requiere hacer acuerdos con los gobiernos regionales y locales para la instalación de estos sensores en sus espacios.

Al momento de que suceda un sismo, la primera estación o el primer sensor que registra esa onda sísmica emitirá una señal y discriminará si el evento es de magnitud elevada o menor. En caso sea lo primero, este instrumento enviará una alerta a una central de control ubicado en el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), de Indeci, desde donde se encenderán las sirenas o bocinas instaladas en las zonas urbanas.

Esta alerta temprana de sismo, manifestó Tavera, permite detectar el evento con algunos segundos de anticipación, los suficientes para salvar vidas, pero siempre y cuando la población colabore en materia de educación preventiva. “Estos preciosos segundos tenemos que aprovecharlos de la mejor manera”

¿Quién corre más rápido?

Las ondas de radio o las que utilizamos en las telecomunicaciones (y en el Saspe) viajan a una velocidad entre 300 y 350 kilómetros por segundo, mientras que las ondas del sismo lo hacen a solo 6 kilómetros por segundo.

“Estas diferencias de velocidades nos permiten tener segundos valiosos para poder alertar a la población y decirles que tienen algunos segundos para salir de su vivienda y ubicarse en zonas seguras”, sostiene Tavera.

Puso como ejemplo cómo hubiera funcionado el sistema en el sismo de Mala (Cañete) del pasado 23 de junio de magnitud 6. El Saspe, explicó Tavera, habría advertido con 8 o 10 segundos de anticipación antes de que las ondas sísmicas sacudan el suelo de Lima Metropolitana. Tiempo suficiente para salvaguardarse.

Y ¿qué hubiera pasado en el caso del temblor de magnitud 5.1 del miércoles 25 en Lima y el Callao? La alerta habría sido de solo 3 segundos de anticipación porque el epicentro estuvo más cerca de la capital peruana. El epicentro fue en el Callao.

Ante un evento sísmico de gran magnitud, remarca el jefe del IGP, un segundo de alerta puede salvar muchas vidas pero dependerá de la educación de la población para poder dar una adecuada respuesta a estas alertas emitidas.

La institución responsable de la instalación de las sirenas o bocinas en las zonas urbanas de la costa peruana es el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), la cual deberá coordinar con las autoridades locales y regionales para ubicar estos altavoces cada 300 metros de acuerdo con los estudios realizados.

Experiencia en otros países

Actualmente, el Perú el único país de la región sur que cuenta con este sistema de alerta sísmica, aún en implementación. A nivel mundial, México ha sido uno de los pioneros en aplicar esta tecnología desde hace 20 años atrás cubriendo la costa del pacífico y el centro y suroeste del país. En cambio, los sistema de alerta de Japón y Taiwán abarcan todo su territorio.

Evaluaciones estadísticas de China sobre la eficacia de las alertas de sismos encontraron que, de darse una alerta con 3 segundos de anticipación, se puede reducir en un 14 % el número de víctimas. De tener 10 segundos de alerta, la disminución de muertes puede llegar al 40 %.

Sin embargo, Tavera asegura que este sistema solo tendrá éxito si la población responde de manera adecuada y responsable porque uno de los principales problemas reportado por los países que cuentan con estos mecanismo es la falta de conciencia ciudadanía frente a las llamadas de alarma para evacuar oportunamente.

El Saspe es un proyecto financiado por el Perú, hecho por los peruanos para proteger la vida de los peruanos, resalta el ingeniero, quien dijo además que los últimos ajustes de este sistema deben concluir a finales de año y que el primer trimestre del 2022 debe estar efectuándose los pilotos correspondientes para su próxima inauguración.

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